José Díaz Silva, un opositor que ha vivido en carne propia el acoso y la prisión del régimen de Castro, hoy considera que su lucha no ha terminado. Dejo a un lado los gritos y las consignas, para enfocarse en las elecciones que se avecinan en Cuba respaldado por la plataforma independiente #Otro18, ejerciendo el derecho recogido en la Constitución vigente a elegir y ser elegido.
Él asegura que cuenta con el respaldo del pueblo que ya se encuentra cansado de las promesas falsas de los candidatos del régimen.
Asegura que su misión es darle voz a quienes no tienen voces, es llevar el mensaje de ayuda de las comunidades a las instancias competentes.
“No pertenezco al CDR ni votaba. Años atrás, quisimos ser observadores; fuimos al Colegio Electoral aquí cerca y nos botaron. Me presentaré ahora porque queremos marcar la diferencia entre los candidatos de ellos [oficialistas] y nosotros”, explica. Con esto “no cambiaremos el sistema, pero seremos voceros de la comunidad, que se queja pero le falta decisión”.
Sin embargo su candidatura no es fácil. El régimen se las apaña para desprestigiarlos haciendo uso de todo su aparataje mediático y acólitos que sembrar terror en las barriadas.
“Sabemos que en las bodegas pondrán escritos calificándonos de delincuentes y contrarrevolucionarios. También pregonan que somos pagados por el Imperio. Mentira, y lo saben”
Díaz Silva es presidente de Opositores por una Nueva República, delegado nacional del Movimiento Democracia, coordinador nacional del Frente de Resistencia y Desobediencia Civil Orlando Zapata Tamayo y uno de los coordinadores de la Mesa de Unidad de Acción Democrática (MUAD).
“El callejón por donde usted entró lo chapeo yo con una chapeadora que traje de Estados Unidos. ¿Dónde está el dinero asignado para eso? Se lo roba Áreas Verdes, Comunales, el gobierno del municipio. Reportan que la carretera tal se mantiene limpia. Pero la limpia un activista de derechos humanos”.
Afirma que una de sus laboras de ser elegido será de la contralor de los recursos de los municipios bajo su cargo.
“Queremos saber a dónde va el presupuesto asignado a cada municipio, que sale de los impuestos”.
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Amenazas de cárcel
Por su intención de presentarse a las elecciones de su circunscripción ya sufre represalias.
“Nos han amenazado con que fácilmente pueden atarnos en los tribunales, lo que nos impediría ejercer nuestro derecho. Manuel Velásquez Licea y Eduardo Herrera Hernández, también candidatos, están presos hace unos seis meses”,
El hostigamiento ya se hace presente. El pasado 28 de marzo, agentes ingresaron a su vivienda buscando “evidencias”.
“El martes 28 de marzo, a las 4:35 a.m., me tocaron la puerta. Venían a hacerme un registro; el papel decía ‘equipos electrónicos y otros’. Para que sea legal, deben buscar algo específico. Los testigos eran personas que han usado antes para hacernos actos de repudio, traídas de Santiago de las Vegas. Es una violación; los testigos deben ser de la propia comunidad”.
Como si no fuera poco el abuso, los funcionarios llegaron a robar todo lo que había en la casa.
“Dije que esperaran porque iba a asearme. Patearon la puerta. Me jorobaron los dedos y la mano, me tiraron contra la pared. Tenía una bola en la cabeza que ya me bajó. Sangré por la nariz. Me esposaron. Quemaron folletos nuestros. Cogieron libros, documentos legales (como sentencias), dos laptops, una mini laptop de mi hija y la de mi nieta, un disco duro, discos de música, dinero mío y de mi hija, dos cadenas de oro 14 valoradas en 1.200 CUC, mi aparato de medir la presión, dos radiecitos de onda corta, una impresora, una antena de televisor, un televisor grande comprado por mi hijo, que entré legalmente por la Aduana. Dejaron el de la sala. Rompieron la puerta del cuarto de mi hija, del que no tengo llave. Ella vino cuando los vecinos le avisaron y no la dejaron entrar. Del refrigerador, cogieron una lata de spam, paquetes de fideos, seis o siete pomitos de chocolate y dos de pasta de maní, enviados para los presos”.
“Ustedes son animales”
Mientras continuaba la requisa, uno de los funcionarios se refirio de manera despectiva contra el opositor, alegando que el régimen, ellos eran “animales”.
“Las chapas de los policías eran 29140 y 29113, dos capitanes. Y el teniente 29156. Había una oficial del MININT que mientras se hacía el registro, encendió un cigarro. Le dije que eso era una falta de respeto, no estaba respetando mi casa, donde nadie fuma. Salió a fumar muy molesta y, cuando regresó, me dijo: ‘ustedes para nosotros son animales, perros, y vamos a acabar con ustedes’. Le pregunté por qué no decía eso en la televisión para que el pueblo conociera su sentir. Respondió: ‘eso quisieran ustedes'”
Díaz Silva dice que fue conducido a Santiago de las Vegas. Las autoridades, señala, hicieron ocho copias de lo que se llevaron de la casa, pero no entregaron ninguna.
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Los agentes de la Seguridad del Estado Bruno y Raymo, que lo habían amenazado antes, le dijeron: “¿viste cómo se está cumpliendo lo que te dijimos?”, cuenta el activista.
“La policía me puso una multa por receptación. Me soltaron al otro día, a las 6:00 de la tarde. Aquí no hay leyes. Pueden asesinarnos y no pasa nada”.
Pese al acoso, los abusos y el hostigamiento, Díaz afirma que su deseo por establecer un paradigma dentro del hegemónico sistema político cubano es más grande que la represión a la que lo someten y continuará luchando.
Redacción Cubanos por el Mundo / Con información de Diario de Cuba
