Trasladarse de un lugar a otro en Cuba en transporte público, no solo implica llenarse de paciencia ante lo que se ha constituido en una verdadera tragedia de vida, sino aguantar las pésimas condiciones en las cuales se encuentran tanto los vehículos como las populares guas guas, que son toda una calamidad.
Los cubanos que fueron consultados respecto a la situación del transporte en la isla, coincidieron en manifestar que no está bueno, que está deficiente y en malas condiciones. De hecho, una cubana dijo:
la calidad del transporte de pasajero, no está buena, está pésima, malísimamente, para coger una gua gua, uno pasa hasta tres horas en una parada y a veces uno tiene que irse a pie porque el transporte no pasa
La situación la padecen cotidianamente, los lugareños que acuden a sus lugares de trabajo durante los días laborables, pero si es fin de semana “es un infierno coger un transporte para cualquier lugar”, afirmó la cubana.
En tanto, otro cubano fue más amplio y explico a quiénes les están reservados transporte de calidad y sin ningún tipo de problemas, incluso, sus pasajeros pueden disfrutar de aire acondicionado durante su traslado, esto dijo “el transporte con calidad, el Estado se lo da a los turistas, tu los ve por ahí que andan en Yutong, con aire acondicionado”, esto ocurre mientras los naturales del lugar tienen que viajar apiñados en el transporte público, en virtud de la escasez de unidades.
Muchos recurren a los autos particulares, aunque esto signifique una derogación de dinero extra, que termina mermando el presupuesto del ciudadano de a pie. Siempre el uso de este tipo de servicio resultará más costoso que el transporte público, pero resuelve las necesidades inmediatas de los lugareños, por lo cual muchos prefieren seleccionar esta alternativa que también comienza a escasear en la isla, por ejemplo, un cubano reveló que “los camiones que eran a un peso ya hay muy pocos, hay son los de cinco pesos”. Sin embargo, las condiciones de estos vehículos supera a la del transporte público, pero su mantenimiento, para muchos propietarios y usuarios, justifica el precio del pasaje.
En definitiva, es una situación que ha mantenido sostenidamente en el tiempo y los cubanos siguen sin ver la solución y padeciendo el mal servicio, tanto por la escasez de unidades como por las condiciones en las que se encuentran las que están en uso. Adicionalmente, la falta de combustible en la isla ya comienza a sentirse como una amenaza latente para el transporte público. La situación se genera como producto de la grave crisis económica que embarga a Venezuela el país que usualmente le proveía a Cuba de este recurso.
Redacción CPEM
