Si el tiempo que emplea el régimen castrista aplicando la violencia, la represión y las amenazas a sus opositores, lo dedicara a limpiar La Habana, ya estaríamos ante una de las ciudades más brillantes y limpias del mundo, pero desafortunadamente, para el castrocomunismo es más importante la acumulación de poder que la salud pública del pueblo. Esa es la verdad.
Y es que los cubanos no hayan qué hacer para ponerle fin a la situación que genera el problema de la deposición de la basura y es que las ciudades cubanas están convertidas, prácticamente, en grandes basureros. Y lo más lamentable, es que pareciera que paulatinamente, la población se va resignando y va viendo como algo común cantidades de basura desbordadas por todas partes en los lugares públicos.
Un caso que llama la atención hace referencia a una cantidad de libros educativos que fueron a parar a la basura en Centro Habana y esto, en medio de la vía pública, donde algunos cubanos que se acercaban al lugar notaban sorprendidos cómo el material se convirtió en desecho, cuando en Cuba, el régimen ha recalcado las limitaciones económicas de las que “padece” para publicar más ejemplares, aludiendo que no cuenta con suficiente papel y otros recursos para imprimir abundantes publicaciones, pero entonces ¿cómo se explica que tal cantidad de libros educativos fue a parar a la basura y a solos escaso metros de una escuela y al frente de una oficina de la Estatal Comunales?
En tanto, en la Esquina de Toyo, los cubanos evidencian y padecen cada día la presencia del repudiable espectáculo, donde abunda la basura tirada en el suelo del lugar, sin evidencias de la menor ocupación por parte de las autoridades ni organismos encargados. Ante el desagradable escenario, una cubana expresó “esta es la Esquina de Toyo, pero no parece la Esquina de Toyo lo que parece es el ‘Basurero de Toyo'”. Una situación que, hasta la fecha, el régimen castrista ha sido incapaz de resolver.
Y es que, según datos oficiales, en La Habana se genera 23 mil metros cúbicos de basura cada día, pero de estos quedan botados diariamente, unos 4 mil metros cúbicos y es que para recogerlo todo se necesita 92 camiones y el régimen dice que solo cuenta con 42 unidades. Sean por las razones que sean, se requiere urgentemente que La Habana deje de ser, para el bien de la salud pública de los pobladores del lugar, un gran vertedero a lo cubano.
Redacción CPEM
