Como es bien sabido, el castrocomunismo no comulga con las creencias religiosas y menos con el respeto a la libertad de culto, es por esto que muchos cubanos, sobre todo los de las últimas generaciones, no saben por qué hoy es un día feriado.
Y es que en Cuba, hasta el 2013 cuando el papa Benedicto XVI visitó la isla, la Semana Santa había sido abolida hacía mas de 40 años. No es sino hasta aquella fecha, cuando se tomó la decisión de oficializar el Viernes Santo como un día feriado nacional, pero ya el daño estaba hecho, los cubanos ya habían perdido la costumbre de realizar las tradiciones propias de este día y hoy son escasos los pobladores capaces de explicar la vida la pasión, muerte y resurrección de Cristo, porque ni se enteran que se celebra.
En tanto, para el régimen es un momento de alza turística y de importantes ingresos para las arcas de la Isla, puesto que en numerosos países no se trabaja durante los días de esta celebración y en adelante, las personas deciden viajar para descansar. De allí que existan diversas ofertas y paquetes turísticos durante estos días, considerados muy comerciales para el castrocomunismo que cada día se vuelve más sediento de explotar esta área, tras la grave crisis económica que enfrenta Venezuela, país que representó una importante ayuda para la economía cubana y ante la escasa inversión extranjera en la nación caribeña.
Una de las costumbres que si se ha visto limitada, es la tradicional procesión que se realiza en Semana Santa, y obviamente porque este acto implica la reunión de las masas, lo cual nunca ha sido del agrado ni del interés castrista, si no han sido convocadas por el oficialismo, por supuesto. Aun así, el régimen asegura que respeta el libre ejercicio de cada religión.
Pero lo que deja absolutamente en evidencia la falsa prédica de que en el castrocomunismo se respeta la libertad de culto, es el hecho de no dejar que las Damas de Blanco asistan a misa. Y es que en varias oportunidades, los agentes del régimen de la Seguridad del Estado le han comunicado a su líder Berta Soler, que no les permitirían volver a ir a la Iglesia Santa Rita.
De hecho, las fuerzas represoras del castrocomunismo han llegado a rodear aquella iglesia, donde patrullas de la Seguridad del Estado y miembros de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), acechan el lugar mientras las activistas opositoras protestan y asisten pacíficamente a misa.
En todo caso, Semana Santa no dejará de ser una oportunidad para muchos cubanos pidan más fortaleza y sabiduría que contribuya a generar y consolidar un cambio en la Isla.
Redacción CPEM | Con información de cubanet
