No fue sino hasta la llegada de su Santidad, el Papa Benedicto XVI a Cuba en el año 2013, que en la isla se oficializó la celebración del Viernes Santo como un día feriado nacional, fecha dejada en el olvido por más de cuatro décadas. Al llegar nuevamente la Semana Santa, la articulista Martha Beatriz Roque rememora, como una anécdota de los “miedos” del régimen, el momento en que se decide pausar las actividades de ese día.
El órgano de prensa estatal, Granma, no supo explicar cómo llegaba este día de receso. Lo anunció sin razón alguna, tan abruptamente que al día siguiente debió “aclarar” en una nueva publicación.
¿Cómo se retoman tradiciones olvidadas?
Por más de dos generaciones, los cubanos dejaron atrás las costumbres propias de Semana Santa, sin poder recordar la razón de ser del Viernes Santo, ahora un día feriado. Los niños no pueden entenderlo, más allá de tener toda una semana de receso escolar sin asumir la razón de ser de la celebración católica.
La articulista afirma “sin temor a equivocarse”, que al menos el 30 por ciento de los cubanos “no vive la pasión, muerte y resurrección de Cristo” al ni enterarse de cuál es la celebración, en especial en las zonas rurales, donde la presencia de sacerdotes es muy poca o inexistente, sin permitirse la evangelización y la profundización de la fe en Cristo.
“Como esta conmemoración religiosa es movible, vinculada al calendario lunar, no se programa siempre en un día específico del año; su inicio puede ocurrir entre el 22 de marzo y el 25 de abril y está precedida por “La Cuaresma”, que son 40 días anteriores a la fecha de comienzo a partir lo que se conoce como “Miércoles de Cenizas” comenta Martha.
Arribo de turistas
Si bien es cierto, no pasa inadvertida por la llegada de viajeros, tomando en cuenta que en muchos países se descansa durante la celebración y aprovechan estos días para viajar y descansar a través de paquetes turísticos ofrecidos para estos días.
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Al menos la mitad de los cubanos se consideran católicos, pero también se profesan diferentes religiones como la cultura yoruba. También hay seguidores en las iglesias protestantes, está la presencia de los católicos ortodoxos (griegos y rusos), y hasta de mormones.
En el caso particular de los santeros, acuden el primer día de Semana Santa (domingo de Ramos) a las iglesias católicas, buscando las palmeras entregadas en la homilía que rememoran la entrada de Jesús en la ciudad de Jerusalén, aclamado por una multitud exultante, tal y como lo relatan los Evangelios. Es tradición para muchos tener detrás de la puerta de su casa varios ramos atados en forma de lazo.
Nada de carne, no solo en Semana Santa
“Lo que sí se perdió casi por completo —por no ser absoluta— es la abstinencia de carne en esos días. Como en nuestro país muy pocas personas tienen la posibilidad de comer carne —ya sea de res, de puerco o cualquier otra de color rojo—, no es ni necesario pensar en ello; pero de todas formas si esa opción es difícil, más lo sería si tuvieran que comer pescado, porque es algo que casi ni se comercializa. Se puede pensar que los mares alrededor de la isla se han secado” comenta Roque.
El libre ejercicio de cada religión tampoco es una realidad efectiva. A nivel mundial durante la Semana Santa se celebran procesiones públicas y en Cuba “han estado siempre muy limitadas, por el hecho de que a la dictadura no le gustan las acumulaciones de gente, a no ser aquellas convocadas de forma oficial”.
“La decisión más radical que se toma con respecto a la religión es el hecho de no tolerar a las Damas de Blanco ir a misa. En varias ocasiones, oficiales de la Seguridad del Estado le han comunicado a su líder Berta Soler que no les permitirían volver a ir a la Iglesia”.
La excusa para justificar dicha decisión es que las Damas de Blanco van a misa por “motivos políticos”, sin embargo nunca ha habido una queja de la Iglesia al comportamiento de estas mujeres.
“Lo más penoso es que hay quienes lo creen o al menos hacen como que se convencen de ello y después lo repiten” comenta la articulista.
Durante la homilía de una jornada eucarística en el mes de mayo de 2010, en la iglesia de Santa Rita, el Cardenal Jaime Ortega explicó que había conversado con funcionarios gubernamentales y le habían asegurado que las Damas de Blanco podrían caminar por la 5ta Avenida de Miramar, sin ser molestadas; pero esto dejó de cumplirse.
Aún se desconoce si la Iglesia ha logrado gestionar alguna otra medida que pueda ponerle freno a la represión en contra de este grupo disidente. De lo que sí se está claro es de que no hay una respuesta positiva, pues domingo tras domingo, en todo el país, las mujeres que salen a la calle —vestidas de blanco— con el fin de acudir a misa, son arrestadas.
“Para los que practicamos la fe católica, esta semana es una buena oportunidad para pedirle a Dios que saque a nuestro país de la oscuridad en que está viviendo. Así sea”.
Redacción Cubanos por el Mundo
