in

Los derechos son para todos

Desde hace unos días se ha suscitado un debate en las redes sociales en Cuba, luego de que se conociera la expulsión de una joven estudiante de Periodismo por motivos ideológicos de la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas

Estudiante de Periodismo | archivo

Desde hace unos días se ha suscitado un debate en las redes sociales en Cuba, luego de que se conociera la expulsión de una joven estudiante de Periodismo por motivos ideológicos de la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas. Este tipo de actitudes, además de una torpeza política, representa una injusticia y una ilegalidad.

Nada más supe la noticia corrí a buscar la letra de la Constitución cubana. Allí, en el artículo 43º se lee claramente: “El Estado consagra el derecho conquistado por la Revolución de que los ciudadanos, sin distinción de raza, color de la piel, sexo, creencias religiosas, origen nacional y cualquier otra lesiva a la dignidad humana (…) disfrutan de la enseñanza en todas las instituciones docentes del país, desde la escuela primaria hasta las universidades, que son las mismas para todos (…)”.

Podría, debería, ser suficiente, pero la propia Carta Magna no quiere dejar margen a dudas. En su artículo 51º repite en la primera oración: “Todos tienen derecho a la educación.”

Así: sencillo, claro y perfectamente entendible para todos.

La Educación en Cuba es un derecho para todos y una conquista de la Revolución; no un privilegio sujeto a ideologías ni lealtad jurada a un proyecto político. Condicionar políticamente el acceso a la educación no es legal, ni ético, ni moral y mucho menos humanista.

De todo lo que se ha escrito en estos días, suscribo como propias las ideas del académico cubano Arturo López-Levy : La decisión “(…) contradice la Declaración Universal de los Derechos Humanos en lo que a la igualdad ante la ley y el derecho a la educación se refiere.” Cualquiera que tenga dudas, que consulte los artículos 2 y 26 de tan importante documento del cual Cuba es uno de los signatarios originales.

“Nadie está por encima de la ley”, ha repetido en sus intervenciones ante la Asamblea Nacional el General Presidente, Raúl Castro, con lo cual debería cuestionarse la legalidad de cualquier resolución (a cualquier nivel, desde rectoral hasta ministerial) que establezca la condicionalidad de derechos universales a una ideología. La idea política de que “la Universidad es para los revolucionarios” tampoco está consagrada en nuestra Constitución.

La Revolución, como dice la FEU-UCLV en su declaración, ciertamente tiene derecho a existir y a que se le defienda, pero sus defensores no pueden pisotear un derecho fundamental reconocido a todos los ciudadanos. En otras palabras, el derecho a existir no incluye el derecho a eliminar a los demás.

Como antiguo líder estudiantil, reconozco y defiendo que, como organización, la FEU (o la UJC) mantenga todo derecho a separar de entre sus filas a quien no comulgue las ideas y objetivos políticos que la sustenta. Pero de ahí a sesgar el derecho inalienable de una muchacha, comparta los principios revolucionarios o no, como joven que aprecia la Educación considero que es una decisión indefendible.

Todos hemos cometido errores y durante la adolescencia y juventud corremos mayor riesgo de cometerlos. Que levante la mano quien esté libre de ellos. La naturaleza nos hace pasionales y en muchas ocasiones irreflexivos. Sin embargo, probablemente los adultos con varias décadas de experiencia recuerden que, bajo este mismo discurso, se cometieron las enormes injusticias con homosexuales y religiosos. Ese dolor no ha terminado de sanar y varias décadas después aún pesa sobre el prestigio del proceso revolucionario cubano.

Si a día de hoy se siguen adoptando estas lamentables decisiones, me hago algunas preguntas. ¿Qué pasará entonces con los otros derechos que la Constitución reconoce para todos los ciudadanos? ¿Sus letras y esencias tendrán la misma suerte que, durante casi dos décadas, tuvo el artículo 43 en lo relativo al derecho de todos los ciudadanos a hospedarse en cualquier hotel? ¿Acaso se comenzará a condicionar el derecho a la salud también? ¿Dónde queda el “con todos y para el bien de todos” de José Martí, baluarte inspirador de la república socialista?

Todos, significa precisamente eso, TODOS; sin distinción de raza, sexo, religión ni orientación política.

Tomado de eltoque

Written by eltoque

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Las atrocidades e injusticias de las cárceles cubanas (+VIDEO)

Corea del Norte muestra un video donde recrea un ataque nuclear a EEUU

El video de Corea del Norte que simula un ataque nuclear a Estados Unidos