Venezuela sufre y con ellos arrastran a Cuba, el crecimiento en la isla está en desaceleración y cada vez más, mientras que el Gobierno de Nicolás Maduro se dificulta más por la tensión que vive su país.
En la isla algunas refinerías están a oscuras, racionan la gasolina y los materiales de construcción están escasos. La agencia AP reportó que el crecimiento del turismo y de las remesas parecen compensar la mayor parte del golpe de un recorte de casi el 50% en los envíos de petróleo que llega desde el país caribeño.
El “deshielo” que vive Cuba y Estados Unidos les generó un impulso a los Castro, pero no muestra señales de avance: Cerca de 285 mil turistas estadounidenses llegaron a visitar la isla en el pasado año, suponiendo un ascenso del 76% con relación al 2015 y el régimen aseguró que más de cuatro millones de viajeros eligieron la isla el pasado año, lo que esperan que este año en curso se supere con creces. Pero aún no se concreta el retorno al “Periodo Especial” económico, temido en el régimen.
“Todavía no hemos vivido el ‘Período Especial’ y pienso que no lo vivamos”, dijo Ramón Santana, un conductor de bicitaxi de 52 años de edad.
“Antes éramos dependientes de un solo país, ahora tenemos comercio con muchos. Antes si se caía la Unión Soviética se pensaba que nos moríamos. No nos morimos. Aquí estamos“.
Pero no es suficiente para Cuba, que surcaba caminos de ascenso y ahora ha optado el régimen por implemente ahorros en el sector público, a cortar el uso de aires acondicionados y las horas de trabajo de verano en las oficinas gubernamentales y también el recorte de la venta de la gasolina “especial”, para los empleados del Estado.
Las grandes colas para abordar un autobús, la falta de productos como la leche, pintura y cemento comienzan a preocupar a los cubanos, que siguen de cerca la situación de Venezuela en busca de señales de un mayor recorte en los embarques de crudo, reseñó la agencia.
La gasolina es la que más huella ha dejado, con las largas colas en las estaciones de servicio. La “especial” es importada, pero la regular es sostenida, de a poco, por la pequeña producción que genera la producción petrolera local.
Algunos funcionarios de alto rango con autos otorgados por el Gobierno reciben una mísera ración mensual; su salario de menos de 30 dólares al mes les dificulta pagar el combustible, que vale más de un dólar por litro.
Desde el primero del mes en curso los Castro dieron la orden de que las estaciones de servicio no siguieron vendiendo combustible a aquellos que tuvieron las tarjetas de combustible especial, lo que los llevó a comprar la regular, generando entre la población y los diplomáticos comprar temerosas ante un posible desabastecimiento.
El turismo busca en la isla generar tantos ingresos como los que llegaban al Estado por parte del sector petrolero, pero este sector está mayormente inclinado por el sector privado, mientras el del crudo llegaba totalmente al régimen.
Redacción CPEM / Con información de Diario de Cuba
