Recientemente Yonder Alonso, pelotero cubano de los Atléticos de Oakland, emitió una “Carta a Mi Yo Más Joven” (sic). Llena de emociones y recordando cómo sus padres lo sacaron de la isla, durante una madrugada en una pequeña avioneta.
“Querido Yonder de ocho años”, comienza la misiva en la que él mismo se escribe, en el pasado, cuando apenas era un niño y no entendía del todo lo que sus padres harían por él y su familia.
Yordan recordó y trató de explicar a su niño interior, que aquella madrugada en la que sus padres decidieron montarse a una avioneta, que debía volar bajo, con luces apagadas y hasta sin maletas por el pequeño espacio para él, su hermano Yainee, sus padres y el piloto, debía confiar mucho en sus progenitores, que al igual que el niño lloraban, “pero los dos tienen que confiar en papá y mamá. Ellos tienen un plan y saben lo que están haciendo”.
Recordó cada detalle de ese viaje, en el que sus padres no dijeron nada, sino hasta el último momento para que la policía cubana no se enterase del plan de fuga. “No podían. Tenía que ser un secreto porque si la policía o alguien del gobierno se enteraba que tus padres planeaban irse, los hubieran metido en la cárcel”.
De niño, sin saber los planes de su padre, se enteró junto a su hermana que iban a los Estados Unidos y que no era un “viaje” de paseo, sino uno que les cambiaría la vida, donde empezarían de cero. Donde sus padres llegaron con su bate de práctica, sin maletas, sin dinero y tan solo con la ropa que todos llevaban consigo.
"The harder they worked, the better our chances were going to be."
Meet the driving force behind @YonderAlonsoU's MLB success. pic.twitter.com/buGBE9gkph
— The Players' Tribune (@PlayersTribune) April 24, 2017
Su padre que jugó béisbol en Cuba ayudó a muchas personas, cuenta la misiva, vendía frutas ilegalmente, pero “como ayuda a la gente no lo delataron”, sus contactos lo ayudaron a conseguir la avioneta y escapar, pero le recordó a su “yo mismo”, que en los Estados Unidos no conocía a nadie, solo a un amigo cubano que jugó pelota con él, que trabajaba con él y que lo ayudó a conseguir trabajo y así poder salir adelante.
Al final le dice al niño “así que prepárate, niño. Ya puedes dejar de llorar. El avión está a punto de descender, y cuando las ruedas del avión toquen en los Estados Unidos y te bajes del avión, ahí es cuando tu nueva vida va a empezar. Ponte a trabajar. Y nunca dejes de trabajar. – Yonder”.
En la actualidad Yonder es jugador profesional en las Grandes Ligas, en la presente temporada batea para .286 (16 hit en 56 turnos), con 13 carreras impulsadas, 9 anotadas y 4 cuadrangulares.
Durante ocho años en el béisbol norteamericano, su promedio ofensivo es de .269 (581 indiscutibles en 2159 turnos al bate), con 252 impulsadas, 230 anotadas y 43 jonrones. Además, ha bateado 131 dobles y 2 triples.
Jugó con los Rojos de Cincinnati, en 2010-2011; los Padres de San Diego (2012-2015); y ahora defiende la primera base de los Atléticos de Oakland desde el 2016, indicó Martí Noticias
Redacción CPEM / Publicado originalmente en The Players’ Tribune
