Henry Laso, conocido como “El Encuyé” fue castigado por el Ministerio de Cultura de Cuba por no ser parte de la corrupción que se mueve entre sus funcionarios, sino que además decidió denunciar a los protagonistas de ese delito.
Eso le ha costado una censura en toda la Isla, viendo terminada su carrera como artista urbano, donde tiene que moverse en la clandestinidad como la mayoría de quienes usan sus letras para criticar al régimen de La Habana.
Pero en una entrevista con el periodista de Martí Noticias, Juan Juan Almeida, Laso revela que aparte de estar ligado al Ministerio de Cultura, también trabajaba como agente encubierto para el Departamento Nacional Antidrogas (DNA).
A pesar de que algunos lo consideran como un defensor del régimen, por haber estado en sus filas, Laso afirma que quiso trabajar con funcionarios castristas con el único fin de poder ayudar a los niños que estaban dentro del mundo de las drogas.
“No me siento chivato – aclara antes de comenzar – mi tarea no era defender a la revolución ni a Raúl Castro, yo únicamente luchaba para que la droga no le llegara a los niños de mi país. Mi trabajo encubierto no era un aporte a la dictadura, era un aporte a la sociedad”
Este reguetonero, denunció a principios de 2016 que Orlando Vistel Columbié, director de la institución, y a otros más como Reinaldo Almeida, director de la orquesta Tumbao Mayor, y a Conrado, el coronel del MININT que atiende el área de música en el Ministerio de Cultura, estaban metidos en casos de corrupción.
“Yo tenía 19 años, comenzaba a despuntar, me llevaron a un curso en Tarará, y allí fue donde el teniente coronel Tony (jefe de la unidad especializada antidrogas del municipio Playa), y el oficial Alejandro, me reclutaron como agente. Mi tarea en el DNA era combatir la droga que ya se había convertido en un problema, específicamente entre los niños de 12 años en adelante”
El joven artista afirma que durante mucho luchó por alejar a los niños de las drogas a través de su música. “Me pareció lo correcto y decidí trabajar en ello, no importa la ideología que tengamos el objetivo es alejar a nuestros niños”.
Pero nada de esto tuvo peso cuando decidió plantarse frente a la corrupción de uno de los ministerios más importante del país.
Yo era un intérprete conocido entre los jóvenes; por eso, al revelarme en contra de cuatro corruptos que pertenecen al sector de la cultura, una de las ramas más importantes para la revolución cubana, olvidan todo lo que he hecho y los niños que salvé. Me cierran todas las puertas porque renuncié a ser miembro del DNA. Ahora, para confundir, argumentan que soy un traidor a la patria. ¿Pero qué patria ni patria – se pregunta -, si la patria, la traicionaron ellos?”
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Indignado
El joven afirma que varias instituciones del país le han dado la razón, inclusive la tan temida contrainteligencia cubana, pero que ninguno puede hacer nada contra los funcionarios corruptos del régimen.
“Con todas estas protestas yo lo único que hago es intentar llamar la atención del gobierno, del MININT y la Contra Inteligencia (CI) de La Habana para denunciar la corrupción que existe en el Instituto de la música. En particular, la CI de La Habana, porque la de aquí de Cienfuegos sabe que yo tengo la razón; pero no puede hacer nada”
Asegura que una fiscal de La Habana lo apoyó, pero le expresó que Mira Henry, tú tienes toda la razón, mijo, pero yo no puedo llevar a juicio a un funcionario nombrado por el Consejo de Estado; si yo tengo que meter preso a Vistel, que quizás se lo merece, estaría yo afectando a la cultura y a la ideología del sistema. Yo no puedo procesar eso”.
Actualmente este joven artista se encuentra en Cuba sin poder surgir, esperando el asilo en algún país para de esa manera alcanzar su sueños de ser una reconocida estrella de ritmo urbano.
Redacción Cubanos por el Mundo / Con información de Martí Noticias – Juan Juan Almeida
