El amor de madre es el más sincero, el más limpio; la mirada y el sentir de Mirella Bárcenas cuenta el dolo que siente al ver casi morir a su hijo Javier Veliz Soublett.
Durante más de 15 días, Veliz Soublett lleva una huelga de hambre en la prisión del Combinado, desde el año 2007, su condena es de 19 años. La protesta del detenido la sostiene en que está mal sancionado por parte del régimen.
Las primeras palabras de Mirella: “Estoy muy asustada, tengo mucho miedo” de que su hijo pierda la vida, reconoció que no va a ser el primero que le haya sucedido eso.
Asegura que tiene constancia de que ya a otros les sucedió (morir por huelga de hambre) y no soy una madre ciega. Relata en la entrevista que sabe su hijo es amoroso y que tuvo mucho “bronca” con mujeres y se buscó problemas por eso, “pero está siempre protestando también“.
La madre, con rostro de descontento señala, “entonces él es acusado de algo que no hizo, él cometió una lesiones en una bronca donde ambos salieron heridos”, pero ratifica que a quien acusaron y procesaron fue a Javier Veliz, le han puesto dos tentativas de asesinato en primer grado “cuando fueron lesiones”.
La madre señala que con su hijo han dado un trato como si se tratase de un criminal, “han sido inhumanos” y lo han trasladado hasta Cienfuegos, Matanzas, Taco Taco, “Paraguanajá, Combinado “y entonces resulta que cuando vengo a ver ha una reclamación en una fiscalía y el expediente no llegaba”.
Lo buscó como “loca”, en el expediente y nada, tras “tres largos años aparece dentro de otro expediente, quiere decir que me estaban dando respuesta… ‘de dónde sacaban las respuestas que me daban a mí?”
La mujer tocó las reflexiones de Fidel, “dice muy de no mentir jamás y de también respetar los derechos humanos ¿Dónde están los derechos humanos de mi hijo? Que no le han dando tiempo a defenderse”. Según una jueza, aclaró, es por convicción propia que lo encontraron culpable, “simplemente eso”.
De la salud de su hijo no sabe mucho, ya que no la ha llamado más y no le ha podido escuchar a él mismo decirle que está bien o está mal.”Por eso tengo que creer lo que me están diciendo, aparte son personas presas que yo conozco que serían incapaces de engañarme a mí”.
La madre busca todas las opciones para abogar por su hijo pero el régimen solo le pone trabas a su proceso, ha visitado a la ministra Marilena Reus, pero nunca la pudo ver, fiscalías, envía cartas y hasta su hijo, pero parece como si no hiciera esfuerzos.
Cuando el Tribunal Supremo le dijo que su hijo había sido bien juzgado y que no era necesario enfrentarse a quienes lo acusaban, ni hacer la reconstrucción de los hechos, alegó “entonces quiere decir que mi hijo era un condenado sin remedio, sin derecho a defenderse”. La mujer tendrá que esperar a la suerte de su hijo.
Si el régimen le otorga una libertad o el cuerpo se debilita y muere en la prisión o en un centro de salud por apegarse a la muerte en una huelga de hambre. En una de las cartas el joven escribió “como despidiéndose de la vida“.
Redacción CPEM / Con información de Cuba Reporta
