Durante la noche del pasado miércoles, EEUU interceptó nuevamente este mes bombarderos rusos cerca de la costa de Alaska. En esta oportunidad, por primera vez las aeronaves iban acompañadas de dos cazas, según informaron fuentes del Pentágono a través del canal Fox News.
Se trata de dos bombarderos Tupolev Tu-95 “Bear” que fueron interceptados por dos cazas estadounidenses F-22 a 80 kilómetros al sudeste de Chariot, en el noroeste de Alaska. Los cazas estadounidenses pudieron constatar que dos cazas rusos Su-35, los más avanzados de la fuerza aérea rusa, desarmados, acompañaban a los bombarderos, que tienen capacidad de cargar armas nucleares, según reveló Efe.
Adicionalmente, la flota rusa incluía a un avión espía A-50 Mainstay, lo que convierte a esta incursión en la zona de defensa aérea estadounidense, pero en espacio aéreo internacional, en una acción inusual.
Habitualmente, la Fuerzas Aérea estadounidense verifica visualmente que los vuelos de estos grandes bombarderos, con una marca de radar amplia, no escondan cazas.
El reciente acontecimiento ocurre tras la conversación telefónica, que tuvo lugar antes de ayer, entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y su homólogo ruso, Vládimir Putin.
Cabe recordar que el pasado abril, bombarderos rusos volaron dentro de la zona de defensa aérea estadounidense cerca de Alaska durante cuatro días consecutivos, un hecho que no ocurría desde el pasado 2014, un año caracterizado por la cantidad de interceptaciones de aeronaves militares rusas que tuvieron lugar en los últimos diez años.
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Redacción CPEM | Con información de EFE
