Estar en el medio de una batalla en tierras foráneas y no ser parte de ningún bando prácticamente dejándote como un paria. En medio del clima de dura confrontación que se vive en Venezuela, los profesionales cubanos viven en la incertidumbre, el miedo y la zozobra.
Ser parte de la “invasión cubana” como lo ve la oposición o ser “defensores del socialismo” como pretende hacer ver el régimen de Maduro. Lo cierto, es que con el transcurrir de los días, los profesionales cubanos a quienes les han pedido mantenerse “hasta el último momento” se hace cada vez más difícil.
Ya de por sí era complejo vivir en Venezuela, tomando en cuenta la realidad socioeconómica del país. No solo la escasez, el desabastecimiento, quizás no tan nuevas para los cubanos, sino el ambiente de inseguridad que se vive en cualquier poblado del país, llámese capital o desde las regiones. Es ahora el miedo y la preocupación de la confrontación que se vive en el país lo que mantiene a los cubanos enviados por intercambio de servicios profesionales en una situación de alerta total.
“No somos militares ni vinimos a Venezuela a ponernos un fusil al hombro”, dice desde el estado de Anzoátegui un médico cubano que pidió el anonimato por temor a represalias para el portal 14 y medio.
Tras dos años en Venezuela, le han solicitado en La Habana que se mantenga en el país “con honor hasta el último momento”, lo que induce que incluso en Cuba están conscientes de que el cambio de gobierno podría llegar de manera inminente.
“Estamos trabajando bajo mucha presión porque la Misión Médica se encapricha en seguir insistiendo en que no se cierren los servicios y que mantengamos nuestra posición aquí pese a todo”, añade.
“Tememos cada día lo que nos pueda ocurrir. A veces nos tiran piedras o nos gritan todo tipo de ofensas. Cada día hay manifestaciones frente a la unidad médica y nadie nos protege”.
Actualmente en Venezuela, hay al menos 28 mil profesionales de la salud, además de otros en áreas deportivas, de la ingeniería, agropecuarios y electricistas. Es precisamente el intercambio de petróleo por servicios profesionales, de las mayores alianzas entre ambos países, negociación que nunca ha sido debidamente aclarada por el gobierno venezolano.
Se sabe que han sido millones y millones de dólares invertidos en “misiones” lo que ha sido calificado por la oposición como las regalías más grandes del régimen madurista. Según Nicolás Maduro han dedicado para ello desde la llegada del chavismo, más de 250.000 millones de dólares. El exministro de Economía de la Isla, José Luis Rodríguez, publicó el pasado abril que Cuba obtenía 11.543 millones de dólares anuales de los servicios profesionales prestados al extranjero, la mayoría de los cuales, procede de Venezuela.
“Tememos cada día lo que nos pueda ocurrir. A veces nos tiran piedras para el CDI [Centro de Diagnóstico Integral, consultorios médicos] o nos gritan todo tipo de ofensas. Cada día hay manifestaciones frente a la unidad médica y nadie nos protege”, explica el galeno.
“Hasta ahora sólo nos agreden de palabra. Nos gritan que nos vayamos de aquí, que no quieren verse como nosotros y otras atrocidades”, añade.
Están a la fuerza
Aunque solo quisieran irse la orden es permanecer. Los profesionales no quieren estar en un país donde inclusive sus nativos están huyendo en estampida mientras otros están luchando en las calles por los derechos más elementales. Pero están bajo presión por el régimen cubano desde donde son obligados a seguir resistiendo.
“Si nos vamos, perdemos la cuenta congelada que mantenemos en Cuba. Además, si te vas de la misión eres mal visto en el sistema de salud y no tienes posibilidad de ser promocionado”, explica.
En Cuba le son depositados 250 dólares mensuales que podrán ser retirados por el cooperante cuando visite la isla, como se le permite una vez al año. Estando en Venezuela deben subsistir 27 mil bolívares, el equivalente a 10 dólares mensuales.
Cuba les paga depositándoles 180 dólares en una cuenta corriente y otros 180 dólares mensuales en una cuenta congelada hasta el fin de la misión. Otros “beneficios” dejaron de llegar como comenta un radiólogo cubano que se encuentra en el estado Zulia, a quien desde hace meses no le llega la bolsa de alimentos que entrega el Gobierno de Venezuela.
“Vivimos en condiciones de hacinamiento con varios cooperantes y ni siquiera tenemos agua potable”, añade.
“Gracias a algunos pacientes podemos comer, pero ellos mismos lo están pasando muy mal. Estamos repitiendo algo así como el Periodo Especial que pasamos en Cuba”, dice.
Aún en medio del miedo que confiesa sentir, no quiere volver a Cuba.”Hay que aguantar hasta el final. No es justo perderlo todo después de tanto sacrificio”, dice.
Tras el inicio de las protestas en Venezuela los cooperantes cubanos han recibido la orientación de no salir de sus casas y han visto reducidas las comunicaciones con la familia en Cuba.
“El internet está malísimo, muchas veces ni siquiera te puedes comunicar. Nos han prohibido salir después de las seis de la tarde, como si fuéramos mano de obra esclava y en la televisión transmiten noticias que no tienen nada que ver con lo que estamos viviendo”, explica.
Redacción Cubanos por el Mundo / Con información de 14 y medio