in

Dos efemérides en la Historia de Cuba

Los cubanos evocamos el sacrificio del Apóstol José Martí por su entrega en los campos insurrectos, cuando la muerte lo sorprendió en Dos Ríos, el 19 de mayo de 1895, es decir, han decursado 122 años y su evangelio libertario aún perdura en el sentimiento de los buenos cubanos

Se cumplen 148 años de la publicación del primer artículo de José Martí en “El Diablo Cojuelo”
José Martí / Archivo CPEM

“Los muertos, no son más que semilla, y morir bien es el único modo más seguro de continuar viviendo…” -José Martí

Los cubanos evocamos el sacrificio del Apóstol José Martí por su entrega en los campos insurrectos, cuando la muerte lo sorprendió en Dos Ríos, el 19 de mayo de 1895, es decir, han decursado 122 años y su evangelio libertario aún perdura en el sentimiento de los buenos cubanos.

Tanto en su natalicio como en esta angustiosa fecha, siempre se escribe y habla sobre Martí, como el artífice de la doctrina contenida en el Partido Revolucionario Cubano, que llevó a la irredenta isla de Cuba la Guerra Necesaria. En esta oportunidad, quisiéramos dedicar esta columna al aspecto literario en la vida de Martí, cuyo ideario fue una guía en el nacimiento de la república, razón por la cual tenía un soporte para seguir adelante en este ascenso republicano.

Después de 1890, un nuevo estado de sensibilidad aparece. Es el modernismo que, como es sabido, fue un movimiento hispanoamericano, que renovó los módulos de expresión y que trajo un inequívoco sentido de la libertad en la metáfora. El modernismo fue un movimiento que tuvo como precursor al mexicano Gutiérrez Nájera, al colombiano José Asunción Silva, a los cubanos Julián del Casal y José Martí, en quien culminaron las tradiciones cubanas de la palabra y que haya puesto al servicio de su causa los recursos más cautivadores del arte y de la inteligencia. Como orador difícilmente se encuentra en los ámbitos del idioma quien pueda comparársele. Martí llega a ser considerado como un maestro de la nueva expresión. No en balde Ricardo Gullón, crítico español especializado en el modernismo, llamó a Martí “el hombre más grande que ha producido América”.

Desde este ángulo literario es que conmemoramos otro aniversario de su heroica muerte, de la cual el Maestro escribió lo que se deja expuesto en el frontispicio de este artículo y que por falta de espacio no podemos ir más a fondo sobre su trayectoria literaria.

La otra efeméride se refiere al 20 de mayo de 1902, cuando Cuba entra en el concierto de naciones libres, después de las luchas independentistas, la intervención en la Guerra Hispano Cubana por parte de EEUU en 1898, las disposiciones contenidas en el Tratado de París, el gobierno provisional norteamericano hasta que todo ese recorrido histórico culmina en el izamiento de la bandera cubana en el Castillo del Morro en solemne ceremonia.

Al nacer la República de Cuba, previamente se habían dado los pasos necesarios para dotarla de su andamiaje jurídico y así fue promulgada la Constitución de 1901, basada esencialmente en los postulados de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789, y más remotamente, en los principios sociales y políticos de los enciclopedistas. De ahí que encontremos en su preceptiva los cinco derechos primarios que estructura la libertad: igualdad, libertad física, libertad de propiedad, libertad contractual y libertad de pensamiento, básicos presupuestos para la redención del ciudadano.

No fue la república perfecta, pero el cubano se asienta en un escenario de libertades. Así con sus altibajos, la independencia fue abolida totalmente cuando en 1959, una revolución devenida en marxista-leninista, se encargó de secuestrar el ejercicio de los derechos primarios mencionados, los que fueron sustituidos por la Constitución socialista, que tuvo como inspiradores a Marx, Engels y Lenin, pontífices del Estado totalitario, en la cual se sustenta la dictadura cubana desde hace 57 años, a despecho del fracaso de esa doctrina.

Más tarde que temprano, el cubano volverá a rendirle homenaje al 20 de Mayo en una patria libre y soberana, “con todos y para el bien de todos”, previos los ajustes necesarios bajo un Estado de derecho.

Por Orestes Rodríguez. Abogado cubano. Reside en Miami
Publicado originalmente en elnuevoherald

@norismarnavas

Written by @norismarnavas

Productora de contenido en Cubanos por el Mundo. Locutora certificada. Profesora universitaria. Investigadora

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

La contundente respuesta de un periodista cubano hacia un “chavista-madurista”

Willy Chirino: “Hubiera sido muy lindo conocer más de Cuba” (+VIDEO)