Pasando revista. Como quien barre la casa “por encimita” porque viene visita, el raulismo se dispone a acelerar el paso para cumplir algunas de las tareas pendientes antes de que le corresponda a Raúl Castro entregar la presidencia de Cuba. Según reporta el portal 14 y medio, durante el III Pleno del Comité Central del Partido Comunista fueron ratificados dos documentos programáticos en una reunión donde reapareció Marino Murillo, vicepresidente del Consejo de Ministros, quien había quedado de lado desde noviembre del año pasado en el cuadro de poder que controla la isla.
Previo a los 40 días de que se cumpliera el plazo prometido, se aprobó la Conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista, así como las bases del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social para 2030. Esto también acorde a las modificaciones de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución.
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Según la prensa oficialista, para Castro estos documentos son “los más estudiados, discutidos y rediscutidos de la historia de la Revolución”. Esta aprobación llega tras un largo proceso en el que aseguran participó más de un millón y medio de cubanos, en un país cuya población supera los 11 millones de habitantes.
En esos documentos, no se abordan temas álgidos para la población como la eliminación del sistema de racionamiento, el ejercicio legítimo al trabajo por cuenta propia en profesiones diplomadas o el carácter explícito del respeto a los derechos humanos. Llega sin embargo, la ratificación de decisiones programáticas en tiempos donde la austeridad se acentúa en Cuba.
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Lejos de impulsar su economía tras el restablecimiento de relaciones con Estados Unidos, Cuba experimentó un decrecimiento del 0.9% en su Producto Interno Bruto (PIB), por vez primera desde 1995. La propuesta para 2017 es detener esa caída, meta un tanto compleja considerando la crisis política y económica del principal aliado comercial de Cuba: Venezuela.
Socio empobrecido
Se estima que a la isla está llegando menos la mitad, de los 100 mil barriles diarios que enviaba Venezuela a Cuba a precio subvencionado durante los “buenos tiempos” del intercambio. Es ahí entonces donde ha entrado al paso una petrolera rusa para asumir la emergencia enviando unas 250.000 toneladas de petróleo y diésel a la Isla, donde desde el pasado año se ha racionado el consumo de electricidad en las entidades estatales y se han aplicado recortes en el suministro de combustible.
Lo que se ve ahorita en Cuba, cuestiona directamente las metas trazadas para 2030. Esta conceptualización no habla de objetivo final del socialismo cubano alcanzar la “sociedad comunista”, tampoco se menciona la supresión de la explotación del hombre por el hombre, algo que sería incongruente tomando en consideración la principal fuente de divisas para el régimen cubano.
Redacción Cubanos por el Mundo / Con información de 14 y medio
