De la restricción y la persecución de los entes estatales no escapan los transportistas cubanos quienes vienen subsanando la precariedad en el sistema de transporte cubano y atendiendo además con almendrones y coches el traslado de los turistas, principal foco del régimen cubano por su potencial para el impulso de la economía.
Durante los últimos meses, las autoridades cubanas han emprendido una persecución en contra del emergente sector privado en Cuba y en particular con el transporte, a través de medidas tomadas por el gobierno que en la opinión del analista Énix Berros, director del independiente Centro de Estudios Políticos y de Alternativas para la Transición Democrática de Cuba, lejos de promover el sector privado, continúan empujándolo hacia el fracaso.
Ejemplo de ello, son las 92 licencias retiradas a taxistas privados e impuesto precios topados a los boteros, pero en Cuba “el sector estatal no es capaz de dar respuesta a las necesidades reales de la población a pesar del anuncio de medidas regulatorias”, dijo el experto, que calificó dichas medidas de “propaganda política y represalia contra los trabajadores”.
Para Berrío, esa alternativa del gobierno no aporta mejorías, puesto que “lo único diferente que tiene para los transportistas es que le venden el combustible a menor precio, y eso los obliga a mantener un precio oficial”
Redacción Cubanos por el Mundo / Con información de Martí Noticias