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Cuba a la espera de un camino democrático para elección presidencial

Tal como se avizora este proceso para el venidero año, los cubanos y el mundo libre quedarán nuevamente con el deseo de ver una Cuba democrática, puesto que a la fecha, voceros del régimen castrocomunista han expresado que trabajan en una nueva ley electoral, que actualmente no se conoce.

Castro | diariodecuba

Raúl Castro ya anunció que en febrero de 2018 entregará la silla presidencial, en tanto en la nación caribeña todavía esperan por los caminos democráticos para elegir por votación popular al sustituto.

Tal como se avizora este proceso para el venidero año, los cubanos y el mundo libre quedarán nuevamente con el deseo de ver una Cuba democrática, puesto que a la fecha, voceros del régimen castrocomunista han expresado que trabajan en una nueva ley electoral, que actualmente no se conoce.

La situación, evidentemente hace dudar de su pronta promulgación y de sus implicaciones para que se genere un cambio importante hacia la democracia en la mayor de las Antillas, donde se garantice unas verdaderas elecciones libres.

A la luz de las circunstancias actuales, según la Constitución vigente, sería un presidente electo por la Asamblea Nacional del Poder Popular resultante de las elecciones que deben celebrarse este año 2017.

Lo que sumaría otro presidente electo, indirectamente, sin el voto popular, por los diputados propuestos en un 50 por ciento por la dirección del Partido-Gobierno y en otro 50 por ciento igual por las organizaciones parapartidistas y los delegados provinciales y municipales del Poder Popular, según la vigente ley electoral.

LA FARSA DE LA DEMOCRACIA SOCIALISTA PARA PERPETUARSE EN EL PODER

Es evidente que en Cuba se gestiona, una vez más, la farsa de la “Democracia socialista” cuyo propósito, es perseverar con atornillarse en el poder. No se evidencia un clima de confianza nacional y tolerancia, no se incluyen nuevas leyes sobre la libertad de de expresión, de asociación, de partidos políticos y una nueva ley electoral pluripartidista que garantice al pueblo y a los representantes de todas las entidades políticas poder manifestarse, hacer campaña, participar del proceso eleccionario y acceder a cuotas de poder político a nivel distrital, municipal, provincial y nacional, sin acoso ni represiones.

Son derechos reconocidos en la Carta de Derechos Humanos de la ONU, pero esto al castrocomunismo poco le ha importado. De acuerdo con sus intereses, es un documento que se mantiene como letra muerta, porque de lo contrario, sería viable una salida democrática a la crisis política y socioeconómica en que ha estado sumida la Isla por un sistema dictatorial controlado.
Por su parte, los diversos movimientos que promueven participar en las elecciones oficiales, convocar a plebiscito y otros por el estilo, contribuyen a demostrar la ausencia de democracia, pero no han logrado cambiar el sistema.

De seguro, el proceso eleccionario próximo transcurrirá como hasta ahora y los propuestos desde arriba elegirían a los mismos que los propusieron: la siempre misma farsa de la “democracia socialista” que vive el pueblo cubano desde 1976, que no es más que perpetuar el castrocomunismo en la nación caribeña.

Redacción CPEM | Con información de diariodecuba

Written by @norismarnavas

Productora de contenido en Cubanos por el Mundo. Locutora certificada. Profesora universitaria. Investigadora

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