Este jueves, el Pentágono admitió que durante un ataque de Estados Unidos ordenado en marzo pasado, dirigido en contra de dos miembros del Estado Islámico en un edificio en Mosul, Irak, al menos 105 civiles resultaron muertos cuando se detonaron explosivos escondidos por el grupo extremista en el lugar.
“La explosión secundaria del material guardado por EI desencadenó el rápido colapso de la estructura que mató a dos francotiradores del EI, 101 civiles resguardados en la parte baja del edificio y cuatro civiles más en un edificio cercano”, concluyó la investigación conducida por el Comando Central de EE.UU., cuyo informe fue divulgado hoy por el Departamento de Defensa, reseña EFE.
Las fuerzas estadounidenses en el vecindario de Al Jadida, desarrollaron el ataque aéreo, con el propósito de retomar la ciudad del norte de Irak del grupo yihadista. Según EFE, la zona es de gran densidad de habitantes al oeste de Mosul.
Mathew Isler, general de brigada estuvo a cargo de la investigación y visitó “el lugar del bombardeo, habló con vecinos y revisó material de vídeo desde aviones de la coalición internacional en un periodo de tiempo de diez días antes, durante y después del ataque”.
La bomba inteligente lanzada por los aviones de Estados Unidos habría logrado acabar con los francotiradores en la azotea del edificio, logrando mantener íntegra la estructura. Pero la existencia de explosivos provocó la gigante explosión que dejó los edificios convertidos en escombros.
“Nuestras condolencias van con todos los afectados. La Coalición Internacional toma todas las medidas factibles para proteger a los civiles. El mejor modo de protegerles es derrotando al EI”, agregó el Comando Central en una nota de prensa.
Al momento, el Pentágon ha reconocido la muerte de 396 civiles a causa de las operaciones militares contra el Estado Islámico en Irak y Siria de la coalición internacional liderada por EE.UU. y que comenzaron hace más de dos años.
Redacción Cubanos por el Mundo / Con información de EFE
