La belleza física es un bien en términos de salud, pero cuando salta al mundo de los estereotipos y patrones sociales, para “encajar” en una sociedad, se convierte en un mal innecesario y los cubanos no están exentos de este fenómeno.
Muchos son los que asisten a un gimnasio para conseguir un cuerpo deseable o bien formado muscularmente, pero el sacrificio en tiempo y cansancio pocos lo logran asumir, mientras que otros acuden a sustancias inyectables o consumibles para aumentar la masa muscular en menor tiempo y sin mucho esfuerzo.
Mayormente son los amantes del fisicoculturismo los que acuden a estas prácticas. Cubanet preparó un apartado audiovisual en un gimnasio de Cuba, en el que los mismos entrenadores o visitantes hablan con relación a la inyección de esteroides o aceites para aumentar la musculatura, pero deteriorando la salud.
Joel Carrió Vazconcelos, Máster en Cultura física y entrenador del gimnasio Neptuno’s GYM, explicó que esas “son prácticas que acuden en la actualidad muchos jóvenes, para lo que es el tema de la playa y verse bien en poco tiempo, no hay sacrificio, no hay nada” pero “no le pongo en duda en que lo hagas porque al final es su cuerpo (…) pero no se lo aconsejo a nadie”. Agregó que de hecho no aconseja a nadie ningún tipo de inyección.
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De igual manera un hombre que acude a los gimnasios y que recurre a estas prácticas, contó en anonimato que es una adicción que aprendió en la prisión, en el que usa aceite de maní o aceite de cocina “se inyecta la primera vez, una cosa normal, una rutina y empieza a coger masa muscular y te vuelve un adicto (…) es más fuerte que la misma droga y he visto gente que hasta fallecen por eso”.
Los expertos o un médico nutricionista siempre recomienda establecer un plan saludable de alimentación o dieta dirigida, descanso y ejercicios pero en Cuba conseguir los alimentos necesarios es una tarea difícil.
Algunos tienen la posibilidad de tan solo costear la mensualidad del gimnasio, otros pueden pagar los alimentos, pero en algunos casos “tienes el dinero y no hay el producto”.
Por lo que Luis Ángel Pillief, entrenador del gimnasio GYMCUBA, agrega que “anabólicos sin alimentación, no hace ninguna función y estoy incluyendo la keratina, puedes comprar un pote (…) que si no tienes una dieta o una comida normal para poder mantener ese anabólico no haces nada”.
El gimnasio envuelve a todos los tipos de sociedades, desde jóvenes hasta ancianos y todos con el mismo fin, conseguir una mejor imagen y salud, pero otros recurren a verse bien por fuera y por dentro no conocen el cómo se están deteriorando. Marlena Grass Álvarez, como mujer cubana contó que “a veces no encuentras todas las cosas que necesitas para la dieta”.
Redacción Cubanos Por el Mundo / Con información de Cubanet
