Este viernes, la estatua del prócer cubano José Martí en la capital venezolana, amaneció “encapuchado” en señal de honor a los jóvenes que salen a manifestar en Venezuela con los rostros cubiertos, conocidos como la “resistencia”, grupos que le hacen frente a la represión de los cuerpos de seguridad.
También fue el caso de la estatua de Luis Brión, en la plaza homónima, uno de los puntos de concentración referenciales para la “Marcha de los libertadores” que se llevó a cabo el pasado viernes, convocada por la Unidad Democrática.
Vestidos emulando el traje de Simón Bolívar, el libertador, se movilizaron hasta el complejo militar Fuerte Tiuna para exigirle a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) que respete la Constitución.
Los alrededores de la plaza en Chacaíto, Caracas también fueron adornados con pintas relacionadas a las exigencias de los venezolanos.
Desde la estatua de José Martí, Leopoldo López en 2014 le habló a Venezuela y al mundo momentos antes de entregarse a las autoridades venezolanas, quienes lo responsabilizaban de las muertes de manifestantes durante la jornada de protestas de 2014 en el movimiento bautizado como “La salida” impulsado por algunas organizaciones de oposición en el país.
Leopoldo López en la estatua de José Martí, CaracasAdemás de haber sido un destacado ideólogo y político, José Martí fue uno de los más grandes poetas hispanoamericanos y la figura más destacada de la etapa de transición al Modernismo, que en América supuso la llegada de nuevos ideales artísticos. Como poeta se le conoce por Versos libres (1878-1882, publicados póstumamente); Ismaelillo (1882), obra que puede considerarse un adelanto de los presupuestos modernistas por el dominio de la forma sobre el contenido; y Versos sencillos (1891), un poemario decididamente modernista en el que predominan los apuntes autobiográficos y el carácter popular.
Redacción Cubanos por el Mundo