Elaine Miranda, de 22 años de edad, es la nueva madre que recibió parole humanitario para entrar a Estados Unidos y ya se encuentra en el sur de la Florida junto a su hija, donde manifiesta sentirse segura al haber llegado a un país donde su hija crecerá “en libertad”
“Yo necesito un lugar seguro donde mi hija pueda crecer con libertad y con los requisitos mínimos indispensable para que ella tenga una vida lo más normal posible y México no era el lugar y Cuba menos que menos”, dijo Elaine Miranda.
Durante cuantro meses retrasó la posibilidad de pedir asilo político en la frontera entre México y Estados Unidos por miedo a terminar separada por las autoridades estadounidenses.
Elaine y su esposo Marcos Delgado, de 25 años, llegaron a Nuevo Laredo el 18 de enero de 2017, dos días después de entrar en vigencia la eliminación de la política de “pies secos-pies mojados”, reseña Martí Noticias.
Salieron de Cuba hace 8 meses con destino a Trinidad y Tobago para atravesar varios países de América Latina hasta llegar a Estados Unidos. Ya en noviembre emprendieron la travesía que los llevó a cruzar selvas y ríos. Su embarazo transcurrió durante toda la cruzada. Con más de 35 semanas de gestación, cruzó el tapón de Darién y ya en Panamá dio a luz a su hija, el 12 de diciembre de 2016.
El matrimonio intentó entregarse a las autoridades migratorias de Estados Unidos en fecha cercada a su llegada a Nuevo Laredo, pero los funcionarios les advirtieron que podían ser separados de su hija.
Por ello se mantuvieron inseguros durante varios meses que describen como de “desesperación e incertidumbre”. Luego de ver cómo se comportaban con casos similares al suyo, tomaron sus cosas y partieron rumbo a la frontera.
“Nosotros finalmente terminamos de averiguar que a la niña no la iban a separar de mí y que solo era para coaccionarme un poco, y ya lo decidimos, porque en México la situación está bien complicada”, detalla la madre.
Sin embargo, la familia quedó separada. El esposo de Miranda quedó del otro lado de la frontera.
“A nosotros no nos consideran una familia, incluso a él lo están tratando como un caso aparte”, aclara Miranda. “No entiendo. Nosotros estamos legalmente casados, yo tengo el certificado de matrimonio, tenemos una hija en común, tenemos el certifico de nacimiento de la bebé… bueno la niña es el retrato de él”.
“Primero tengo la batalla esta. Cuando Marcos esté aquí conmigo creo que va a ser casi perfecto. Quiero ir a la universidad aunque tenga que hacer un part-time (trabajo de medio tiempo). Voy a terminar mi carrera. No me lo permitió Castro y Estados Unidos me va a dar la oportunidad”, dijo.
Redacción Cubanos por el Mundo / Con información de Martí Noticias