A partir del próximo lunes se permitirá a nivel nacional la venta liberada de gas licuado de petróleo, para “flexibilizar las opciones de cocción de alimentos para la población” de la isla, que aplica medidas de ahorro de combustible ante la reducción de suministros, publican este sábado medios oficiales.
Según informa el diario estatal Granma, desde el próximo 5 de junio, podrán adquirir de forma libre gas licuado en las ciudades de Pinar del Río (oeste), Cienfuegos, Santa Clara, Sancti Spíritus y Ciego de Ávila (centro), además de en Las Tunas, Bayamo, Manzanillo y Guantánamo (este).
“Nuestra meta es llegar progresivamente a todas las zonas urbanas del país, según lo permita la infraestructura con que contamos. Mientras, estaremos centrados en garantizar la estabilidad del servicio en estos nuevos puntos”, indicó el director comercial de la estatal Unión Cuba-Petróleo (Cupet), Riyaguel Capote.
Indicó Capote, que el nuevo servicio “supone un incremento muy fuerte de las ventas, que tensan la estructura logística necesaria para asegurarlas”.
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La venta libre llegó en 2015 a algunas ciudades, como alternativa al gas racionado por el Estado a precios subsidiados, medida basada en los llamados nuevos “lineamientos” de la política económica del país, que contienen las reformas impulsadas por el gobernante Raúl Castro desde 2011.
La decisión llegó con el propósito de aliviar la carga al sistema energético nacional de miles de hornillas, calentadores y ollas eléctricas, vendidas en la isla a precios subsidiados, como parte de la llamada “Revolución Energética” iniciada en 2006.
Impulsada por el fallecido ex gobernante cubano Fidel Castro para “racionalizar el consumo de hidrocarburos”, “suprimir despilfarros” y “elevar la calidad de vida” en la isla, la “Revolución Energética” supuso la entrega a cada hogar cubano de ollas eléctricas, hornillas y calentadores de agua a precios subsidiados y a crédito, reseña EFE.
Aparatos electrodomésticos chinos que llegaron a suplantar los equipos soviéticos, consumían mucha energía. Esta nueva decisión, sin embargo contraría las pretensiones de Fidel Castro, quien aspira que nadie en Cuba gastara gas licuado ni keroseno para cocinar.
Sin embargo, en la actualidad Cuba busca un suministro alterno de combustible ante la reducción del crudo subsidiado que recibe desde 2003 de Venezuela, que llegó a alcanzar los 100,000 barriles diarios y que, debido a la crisis en ese país, se redujo a unos 55,000.
Cupet produce 4 millones de toneladas de petróleo y gas al año que se destinan principalmente a la generación eléctrica y sólo cubre un 50 % del consumo del país.
Redacción Cubanos por el Mundo / Con información de EFE
