La reafirmación del carácter socialista de la revolución, el papel del Partido Comunista como fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado, y la búsqueda de consenso incontestable fueron resaltados por Raúl Castro en el discurso de clausura de la sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el 1 de junio.
La concentración de la propiedad privada y la riqueza fue el tema fundamental abordado, según los espacios conferidos en los medios, pero la muy compleja situación política, económica y social puede haber sido el objetivo real para preparar el terreno antes de las informaciones y medidas que adoptar en la sesión ordinaria de julio.
Las especulaciones en el extranjero sobre el desánimo y el alejamiento del presidente por las desavenencias en los escalones del poder y la imposibilidad de revertir las adversidades económicas, se desinflan cual globos lanzados por personas supuestamente bien informadas, como ha sido tradicional con las llamadas “bolas” en Cuba para crear estados de opinión entre la población o desinformar y hacer quedar mal al “enemigo”. Marino Murillo reapareció demostrando su trabajo como presidente de la Comisión Permanente de Implementación y Desarrollo, aunque los cambios no brotan del pozo seco.
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La dirección histórica de la revolución y sus acólitos parecen entorpecer las promesas del presidente sobre el repliegue de las funciones ejecutivas 2018, y los cambios en la Constitución y las leyes, con el propósito de mantener las riendas bien sujetas hasta el descanso final.
Raúl Castro manifestó que los cambios se realizarán a la velocidad que permita el “consenso que forjemos al interior de nuestra sociedad”. Sobresale que el presidente confiriera el peso decisivo al consenso, en una sociedad que ha votado por encima del 95%, según informaciones oficiales, y cuyos dirigentes políticos y de las supuestas organizaciones no gubernamentales aprueban por unanimidad.
El general había denunciado que “el obstáculo fundamental que hemos enfrentado, tal y como previmos, es el lastre de una mentalidad obsoleta, que conforma una actitud de inercia o de ausencia de confianza en el futuro”, en el VII Congreso del PCC, efectuado en abril de 2016.
El Consejo de Ministros, en julio de 2010, acordó medidas para la reducción de las plantillas considerablemente abultadas en el sector estatal, que se proyectaba en 1,3 millón de personas, así como ampliar el ejercicio del trabajo por cuenta propia y su utilización como una alternativa más de empleo de los trabajadores excedentes, eliminar varias prohibiciones vigentes para el otorgamiento de nuevas licencias, la comercialización de algunas producciones y flexibilizar la contratación de fuerza de trabajo.
Al propio tiempo, aprobó la aplicación de un régimen tributario para el trabajo por cuenta propia con impuestos sobre los ingresos personales, las ventas, y por la utilización de trabajadores contratados. Sin embargo, no se permitió para todos los oficios y profesiones, ni existen condiciones adecuadas para su ejercicio, entre ellas la inexistencia de mercado de venta al por mayor. No ha crecido como se requiere, y se mantiene en unas 550 000 personas en los últimos años. El Gobierno ha tratado de controlarlos al dar preferencia a creación de las cooperativas no agropecuarias.
Marino Murillo explicó la necesidad de precisar qué se entiende por concentración de la riqueza. Después evaluar el régimen de impuestos para conformar una adecuada política tributaria que permita una adecuada redistribución de los ingresos.
Por su parte, José Luis Toledo Santander, presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos, refirió la importancia de reconocer la existencia de formas no estatales para determinadas actividades, lo que implica la generación de cierta cantidad de riquezas, y el Estado debe instrumentar las formas para poder regular esa acumulación de riquezas. Gladys Bejerano, contralora de la República, también intervino en respaldo.
El trabajo por cuenta propia desde su autorización está fuertemente regulado, paga altos impuestos y ha demostrado eficiencia y beneficios para la economía y la sociedad. Las diferencias sociales se agudizan abismalmente, pero las causas se encuentran en las ataduras impuestas por el Partido Comunista y el Gobierno, los salarios miserables desestimulantes del trabajo, la productividad y la eficiencia, la dualidad monetaria, la corrupción y los privilegios grupales.
El Consejo de Estado convocó la sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional para considerar nuevamente la Conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista, las Bases del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta el año 2030 y los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución para el período 2016-2021, que fueron aprobados por unanimidad, como siempre. “Estos son los documentos más estudiados, discutidos y rediscutidos en la historia de la Revolución, y tal vez de la historia de la República de Cuba”, señaló el General con el propósito de enfatizar la credibilidad democrática.
Sin embargo, el proceso iniciado en 2010 con dudosas posibilidades de algún éxito debido a sus insuficiencias y temores, parece otro ejercicio en la Academia Sofista de la Asamblea Nacional.
Entre los pocos temas abordados según la Relatoría estuvieron la regulación de la concentración de la propiedad y la riqueza para garantizar que no se contraponga con los principios del socialismo cubano; el esclarecimiento de los conceptos función estatal y función gubernamental; la importancia del control popular al sistema empresarial; el Lineamiento 17 (necesidad de una adecuada integración entre los enfoques nacional y local en la estrategia de desarrollo); y en las Recomendaciones Generales: Agilizar el proceso de elaboración y aprobación de las normas jurídicas, crear grupos de especialistas que contribuyan a la redacción de estas, someter a revisión de estilo los documentos antes de su emisión definitiva.
Raúl Castro ratificó que en julio se abordarán otras cuestiones del acontecer nacional e internacional, como es usual en el período correspondiente de la Asamblea Nacional. El informe sobre el comportamiento de la economía en el primer semestre y las posibilidades de nuevos dificultades podrían ocurrir entonces.
Por Miriam Leiva / Publicado originalmente en Cubanet