Las declaraciones del destituido director del Buró Federal de Investigaciones (FBI), James Comey, que tuvieron lugar en el Senado, el pasado jueves, podría dar paso a un futuro de “impeachament” (acusaciones) o destitución contra Donald Trump, al ser señalado de mentir en varias ocasiones, por obstrucción a la Justicia, informó EFE.
La agencia española recordó que nunca antes, un exdirector del FBI había acusado bajo juramente, ante las cámaras y en la Cámara Alta a un presidente estadounidense de decir “mentiras” varias veces, entre ellas sobre las razones de su despido, que Trump en un principio basó en la falta de liderazgo de Comey al frente del FBI.
El ex cabecilla del FBI mostró al presidente con obsesión a querer poner fin a la investigación de una posible complicidad de su campaña presidencial con Rusia para socavar las opciones de la demócrata, y también candidata a la presidencia, Hillay Clinton, en las pasadas elecciones. Comey aseguró que lo despidieron por la presión que las investigaciones ejercían sobre el ganador de esa jornada electoral, el actual presidente, Donald Trump.
Comey consideró que hay hechos que pueden probar que Trump nunca le pidió investigar los reiterados intentos de los rusos para interferir en las elecciones para “influir en la manera en que votamos y pensamos”, sin embargo, el exfuncionario no descartó el hecho de que el presidente se haya coordinado, de alguna manera, con operativos rusos, algo que podrá sugerir una traición, pero indicó que prefería discutirlo a puerta cerrada. A pesar de mostrarse tranquilo durante su intervención.
Pero por parte del presidente, este se comunicó mediante su abogado, Marc Kasowitz, quien dio lectura a un comunicado en el que atacaba la credibilidad del testimonio de Comey, en especial la petición contra Trump de poner fin a la investigación a Michael Flynn, que dimitió como asesor presidencial de seguridad nacional por sus lazos con Rusia.
Kasowitz subrayó que Comey mintió al asegurar que el mandatario le pidió “lealtad” y recomendó investigar al exdirector por filtrar sus conversaciones con Trump a la prensa, algo que confesó en la audiencia.
Con menos de medio año al frente de la Casa Blanca, de un período de cuatro años, y que en 2018 habrá elecciones legislativas, podrían cambiar el dominio republicano del Congreso y poner a Trump ante el abismo del “impeachment”, nunca culminado con éxito en la historia de Estados Unidos.
Los senadores demócratas ya hablan con comodidad de la obstrucción a la Justicia de Trump, un cargo que podría servir para destituir al mandatario, pese a que no se vea implicado ni directa ni indirectamente en los supuestos intentos rusos de interferir en el resultado de las elecciones.
“Los muros se están acercando y encerrando al presidente cada día”, aseguró en un comunicado hoy (jueves) el senador demócrata Chris Murphy, quien pidió llamar a testificar al presidente para escuchar su versión de la historia.
Redacción CPEM / Con información de EFE