Tener y mantener un negocio privado en la Isla caastrocomunista resulta una meta cuesta arriba y esto lo saben muy bien los dueños de los famosos “paladares“, esos restaurantes privados que suelen visitar las celebridades y otros foráneos de la Isla a la hora de recorrer sus lugares más renombrados.
Kirenia Mulen, la lideresa de “Kirocake“, un negocio de pastelería que confecciona dulces finos, con diseños personalizados y “fondant” apto “para el calor caribeño” dijo para EFE: “Lo principal son las ganas, tener ese bichito por dentro que nos dice: ‘venga, tenemos que hacer un cambio, vamos a hacer cosas nuevas'”.
Y agregó sobre la necesidad de ser “creativos a la hora de utilizar productos, a los que puedes dar una vuelta para adaptarlos a tus condiciones”, y así rescatar “sabores cubanos” que existían antes de que la crisis de los noventa golpeara a la nación insular y cambiara sus hábitos culinarios.
Durante el evento VII Seminario Gastronómico Excelencias Gourmet, con sede en La Habana, la cubana coincidió con otros emprendedores en que se “trata de hacer más con menos” y crecerse ante el desabastecimiento y la falta de mercados mayoristas para los denominados “cuentapropistas“.
No obstante, no dejó de reconocer las vicisitudes que a diario viven los dueños de estos negocios en la Isla, así lo dijo “Todo sería más fácil con un mercado mayorista surtido, eso sí. No tendríamos que visitar catorce tiendas (minoristas) para conseguir un producto”.
En tanto, Niuris Higuera, propietaria del conocido restaurante habanero Atelier, señaló que la necesidad te “hace innovar” y “cambiar recetas si un producto escasea o no está en temporada” y agregó “Lo que hacemos es no lamentarnos, por lo que no tenemos, sino tratar de que con lo que tenemos hacer cosas bonitas, no solo en la cocina, sino en las decoraciones, en todo”.
Higuera, participó en el evento culinario en representación de los restaurantes “Tierra” y “Le Chansonnier” de sus hermanos y puso como ejemplo al mango y el aguacate, que en Cuba no se cosechan fuera de temporada, y explicó que juegan con los sabores si falta algún ingrediente, algo que el “cliente agradece”.
Y recalcó “A lo mejor no es tan intensa la comida cubana como otras, pero tenemos una identidad que tenemos que conservar, que rescatar y que innovar como han hecho otros países. Sueño con que Cuba sea un destino culinario”.
Al tiempo, que afirmó, que de revertirse los acuerdos con EEUU, entre estos las facilidades para viajar, se afectaría hasta un 80% su negocio.
Actualmente suman unos dos mil paladares en toda la Isla. El evento culinario desarrollado por la empresa española Excelencia, concluye este viernes e incluyó espectáculos de cocina de prestigiosos chefs internacionales, degustaciones, conferencias magistrales e intercambios de experiencias entre más de 200 cocineros y especialistas de seis países.
Redacción cPEM | Con información de EFE
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