Tratos crueles y degradantes caracterizan la cotidianidad de las cárceles cubanas, donde se vulneran los derechos humanos y la integridad de los condenados sin que haya sanciones serias y reales ante estos hechos.
Esto es parte del drama que viven permanentemente los cubanos opositores que piensan distinto a los Castro y sus acólitos. Los medios independientes cubanos están repletos de informaciones donde las organizaciones y particulares opositores son víctimas reiteradas de violencia, maltrato y represión en la cercada Isla.
En esta oportunidad, se trata de una madre que denuncia el maltrato físico al cual fue sometido su hija, quien permanece confinada a una celda de castigo en la cárcel de mujeres de Mar Verde ubicado a 10 kilómetros y medio de Santiago de Cuba.
La cubana condenada a prisión es miembro de la organización opositora Unión Patriótica de Cuba (UNPACU).
El esposo de Lisandra Rivera, quien está condenada a prisión por el régimen castrista, aseguró que desde el pasado martes se encuentra en celda de castigo y que durante sus estadía en ese lugar le rompieron sus espejuelos y sus zapatos.
En tanto, Damaris Rodríguez dijo que cuando fue a visitar a su hija, los otros privados de libertad le preguntaron que si ella era la madre de la presa política que le habían dado una paliza y se la habían llevado cargada para la celda de castigo propinándole senda golpiza.
La opositora fue arrestada en diciembre pasado y acusada del supuesto delito de atentado. Rivera se declara inocente ante esta imputación.
Redacción CPEM