Aunque el turismo viene en alza en la Cuba del deshielo, la salubridad pública se ve cada vez más afectada y en condiciones paupérrimas ante la indiferencia, incapacidad e indolencia del régimen castrocomunista.
Mientras por una parte, se incrementa la construcción y la remodelación de viejas estructuras hoteleras, por otra, aumenta el deterioro de las vías públicas y la insalubridad del ambiente cubano.
De hecho, frente a una escuela secundaria a ubicada en la cercada Isla, se puede evidenciar un bote de basura a cielo abierto. No es el primer caso, en reiteradas oportunidades este repudiable paisaje se puede ver en cualquier provincia de la nación insular ante la indiferencia gubernamental.
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De acuerdo con las informaciones reveladas por una ciudadana cubana de la tercera edad, en más de una oportunidad se han ingresado al centro de salud pública cercano al lugar, personas con dengue, dentro de los cuales se ubican niños y ancianos. Ella cuenta que aproximadamente ya cuentan como siete individuos que han padecido esta enfermedad.
Pese a la situación, la cubana reveló que las autoridades “no han hecho nada, nada”. En tanto en el centro deportivo José María Pérez del municipio capitalino de Centro Habana, al que se ha destinado presupuesto para su reparación. No obstante, sus piscinas se han convertido en verdaderos criaderos de mosquitos, entre otros vectores.
La incompetencia y la indolencia del régimen ante esta situación, como es de esperarse, pone en peligro la salud de la comunidad y de las zonas adyacentes.
Redacción CPEM