Con 56 meses de cumplimiento, el programa de Cuba de donaciones de sangre voluntarias es estable, desde finales de 2012 hasta la fecha. Cubanet recordó en una publicación que en la Isla se hacen más de 1.300 donaciones al día, más de 35 mil mensuales y más de 408 mil al año, como parte del programa base de la Salud Pública cubana para mantener los actuales indicadores de ese sector en el país.
El pasado años se presentaron incumplimientos en la entrega del total de unidades que se había planificado para cada mes, lo que generó que disminuyera el plan para el año en curso, según las declaraciones que dio el coordinador nacional de los CDR a la Mesa Redonda del 12 de junio y del doctor Luis Enrique Pérez Ulloa, jefe de especialidades del Ministerio de Salud Pública.
El problema que se produjo el pasado año y que se sostiene en el presente, “está en la coordinación y el interés”. Lo que ha llevado a las autoridades de los Comités de Defensa de la comunidad y a los médicos de la familia a realizar “los mal llamados maratones de sangre”.
Esto consiste en la donación masiva de sangre en los centros de extracción del país. Donaciones que, como no se rigen por una planificación, no llevan el tratamiento que es debido.
“Al principio de año uno va, dona y recoge su merienda. Un pan con jamón de 50 gramos y un vaso de refresco gaseado. Dividen una lata de refresco de 350 ml para dos personas. Las enfermeras se han vuelto ruines, las ves salir con los bolsos llenos de laticas. Están para resolver, y se ponen en complot con los de los comités que son tremendos lengüilargos”, declaró Antonio Acosta, para la información del Instituto Cubano de libertad de Expresión. Él es un electricista del que fuese el más moderno ingenio azucarero de Cuba, el CAI Abraham Lincoln en la comunidad de Las Mangas, en Artemisa.
El sistema cuenta en Cuba con destacamento voluntarios de donación de sangre, con una estructura de jefe, secretarios y más de 35 miembros, que realizan la donación en el centro de extracción en el que acrediten.
Acosta indica que él tiene que ir hasta el hospital provincial de Ciro Redondo de San Cristóbal para donar en el único banco de sangre de la zona occidental de Artemisa. Mientras que otros recorren unos 60 kilómetros, loma arriba, hacia el norte de la institución médica mencionada, no le dan comida ni pasajes y según cuenta, en ocasiones el obligan a ir más veces al mes del que les corresponde al año, “como si uno comiera carne de res todos los días, y ahora que están sacando a los peces gato de las presas, no sé qué sangre me van a pedir para el año que viene”.
Al hablar de “pez gato” Antonio hace referencia a las Claras batrachs, pez del orden Siluriformes incluido en la lista de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, exquisitamente degustado en Cuba por sus altos contenidos de vitaminas y proteínas.
Redacción CPEM / Con información de Cubanet