Miles de cubanos viven en los Estados Unidos con incertidumbre, unos sin documentación legal y otros de igual forma, aunque con documentos válidos y un estatus que los protege o protegía, lo que los ha llevado a un estado de temor a ser deportados, tras la decisión de Barack Obama al suspender la política de “pies secos, pies mojados”.
La realidad de algún día ser deportados les ronda la cabeza día y noche. Aunado a ello las fuertes políticas con las que actúa Donald Trump, en las que recientemente las autoridades han sido llamados a citas de rutina con funcionarios de inmigración y son detenidos. Por lo que muchos otros temer caer en viejas órdenes de deportación o arresto a inmigrantes que no son ciudadanos estadounidenses, informó la agencia AP.
Maykel Vargas, que desde 2015 está en Miami, trabajó ese par de años, pero no logró ahorrar los 700 dólares que necesita para solicitar la residencia permanente estadounidense, lo que le ha tomado un giro en contra: pasó tres meses en un centro de detención de inmigrantes y enfrenta una orden de deportación.
En febrero se acercó hasta las oficinas de migración esperanzado y aferrado a la idea de que la renovación de su permiso de residencia temporal sería solo un proceso más al que debía asistir, pero esta vez quedó esposado. Donde un funcionario le explicó que la política de inmigración cambió y no tenía documentos válidos para estar en territorio americano.
Vargas, de 37 años, trabajaba como chofer de una compañía privada de taxis y mantenía a su hermana soltera embarazada. Ahora tiene un grillete electrónico en uno de sus tobillos, con el que las autoridades supervisan sus movimientos, y enfrenta un proceso de deportación.
“No estaba preparado para nada de esto”, dijo el cubano en una entrevista telefónica con AP desde el centro de detención poco antes de ser liberado el lunes bajo fianza. “Estoy desesperado, no sé qué va a pasar”.
Los cubanos siempre pensaron que estaban inmunes y protegidos, (pero) el nuevo acuerdo muestra que hasta la política hacia Cuba puede cambiar”, dijo a The Associated Press Randolph McGrorty, director ejecutivo de los Servicios Legales de las Caridades Católicas en Miami, refiriéndose al deshielo con Cuba dispuesto por Obama.
Mañana se espera que Trump anuncie su política para con Cuba, pero expertos coinciden que es improbable que sean reinstaurados los antiguos privilegios de los cubanos. Con cualquier cambio, dejaría la puerta abierta a que en la Isla den marcha atrás con sus compromisos en acuerdos de migración, incluyendo sus promesas de recibir a deportados.
En la actualidad más de 36 mil cubanos tienen órdenes de deportación. De ellos, 29.000 son criminales condenados y siete mil han transgredido las leyes de inmigración, de acuerdo con el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas, conocido como ICE. Pero además de la lista del Mariel, Cuba ha aceptado revisar las deportaciones desde octubre pasado, mientras que 335 fueron detenidos entre el 22 de enero y el 29 de abril.
Redacción CPEM / Con información de AP
