Chencha se despertó temprano, se puso su aparatico para poder oír, hacía años no podía oír nada sin él, llamó a su vieja amiga Asunción.
-Mi santa por tu madre llévame al teatro Manuel Artime hoy, tengo todo listo. No quiero perderme el discurso del payaso naranja sobre los cambios en la política hacia Cuba.
– Tú sabes que yo soy ‘trumpista’ hasta la muerte, no me lo llames así y si tan mal te cae mi presidente ¿Para qué coño quieres ir a verlo al Artime?
-Quiero estar ahí, te juro que si vuelve a poner la ley de “pies secos, pies mojados “, aunque sea para que los que están en México esperando un milagro, voy y le doy un beso y lo aplaudo como la que más. Vaya que hasta empiezo a gritar por las calles ¡Gana Trump! Como hace mi amiga Maga.
-Si es así yo te llevo, te recojo temprano y vamos. Yo sé que mi presidente es un bárbaro y hoy va a hacer historia. Que se preparen los comunistas que le va a dar candela al jarro hasta que suelte el fondo. Esto sí es un presidente ‘apululu’ de ideas.
Chencha y Asunción, gracias a amistades de Chencha consiguen un buen lugar en el teatro y se alistan a escuchar al presidente. Comienza a hablar. Al final del discurso la gente aplaude enardecida, bravo le gritan. Chencha está fajada con su aparatico para poder oír, le dice a Asunción.
– Esta mierda se jodiá, no pude oír na’, ¿Qué dijo, me paro y le doy un beso? Dime mi santa.
-Nada, el cuartico se queda igualito, nada de “pies secos, pies mojados”, la embajada sigue abierta, las aerolíneas volando, siguen los cruceros, los americanos siguen viajando a Cuba, con un poco menos de relajo, siguen las remesas, vaya como diría la vieja Pancha, mucho ruido y pocas nueces. La culpa es del Marcos Rubio ese, por mal aconsejarlo, desgraciao.
-Yo seré sorda, pero no comemierda y si nama’ dijo eso que tú dices, ¿Por qué tanto aplauso y tanto grito?
-Na’ lo mismo con lo mismo, eso mismo me pregunto yo.
-Alabao, entonces casi todito lo que hizo el negro se queda ¡Que gente caballero, pero que gente!
Por José Iturriaga