Antes de la llegada de la “Revolución fidelista” a Cuba, se podía observar que sus ciudades estaban en permanente movimiento en busca del desarrollo y de la prosperidad. Sin embargo, el paisaje actual de la nación insular, es más que deprimente, solo deja ver la miseria, la ruina y una arquitectura antiquísima devastada por el paso del tiempo y la ausencia de mantenimiento oportuno.
Y ni hablar, del tráfico marítimo que caracteriza a la llamada “Perla del Caribe”, basta con observar durante varias horas o días, el movimiento de las embarcaciones en la bahía santiaguera, tal como lo indica el político opositor José Daniel Ferrer, quien es el Coordinador Nacional de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU).
Y es que apenas entran y salen embarcaciones del que fuera uno de los más prósperos puertos del Caribe. Hoy el tráfico marítimo es menor que en 1940 e insólitamente, hasta pudiera ser menor que cuando llegaron los españoles. Esto se debe al empobrecedor modelo impuesto por los Castro en la isla, donde se priva al pueblo de sus libertades económicas, entre otros derechos fundamentales.
Sin libertad es imposible lograr la prosperidad, pero esto parece no aceptarlo el régimen castrocomunista y sus acólitos, que ya cuentan con casi sesenta años de un atornillado totalitarismo en la Isla, sostenido a fuerza de represión, violencia y amedrentamiento de sus ciudadanos.
Es por esto que algunas organizaciones opositoras como la UNPACU, las Damas de Blanco, Somos+, entre otras, luchan cada día por lograr una Cuba próspera y emprendedora, donde todos sus ciudadanos tengan acceso a una calidad de vida digna, tal como la disfrutan los Castro y su séquito.
Redacción Cubanos por el Mundo