Donald Trump declaró el pasado viernes las nuevas políticas de Washington hacia La Habana, revirtiendo las de Barack Obama; y a menos de cuatro días la Casa Blanca aseguró que el cambio está siendo “ampliamente alabado como un paso en la dirección correcta”, según informó la agencia EFE.
Sean Spicer, portavoz de la Casa Blanca, mostró su defensa, en una conferencia, los cambios que anunció el presidente, asegurando a los presentes que es “un paso en la dirección correcta para empoderar al pueblo cubano”.
En la presente cuestionaron a Spicer, sobre si se ventilan nuevas sanciones para presionar aún más por temas como los derechos humanos o la entrega de fugitivos buscados por la Justicia estadounidense, pero el portavoz declaró que hay que “darle tiempo” a la política que apenas se ha anunciado y no adelantarse a los acontecimientos.
“La pieza principal de lo que hizo el presidente fue allanar el terreno para empoderar al pueblo cubano para que desarrolle una mayor libertad económica y política”.
Spicer se avocó a la memoria y les recordó a todos que cambiar la política hacia La Habana “fue una promesa de campaña” de Trump antes de las elecciones presidenciales de 2016, cuando buscaba votos en Florida.
“En lugar de dar poder al Ejército cubano mediante su capacidad de controlar el dinero que entra, y que no estaba llegándole a la gente, las acciones que el presidente tomó el viernes van a asegurar que no solo mantiene su promesa de que el pueblo estadounidense siga la ley, sino que haya un resultado mayor, de empoderar a los cubanos”.
Mientras que por su parte, el canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, desde Viena, criticó con rudeza las medidas anunciadas contra su nación, por parte de la administración política de Donald Trump.
La mayoría de países del territorio latinoamericano se han apegado al silencio ante las medidas anunciadas, más allá de las críticas abiertas de aliados de Cuba, como Venezuela, Bolivia y Nicaragua.
Redacción Cubanos Por el Mundo / Con información de EFE
