in ,

Cubanos en Panamá, entre “ilusiones y miedos”

Campamento de cubanos en Panamá
Campamento de cubanos en Panamá / Foto: El Nuevo Herald

La tranquilidad del espeso bosque panameño que rodea el albergue de Gualaca, lugar donde se encuentran refugiados decenas de cubanos, parece incrementar el desespero de los migrantes quienes a diario sueñan con alcanzar la libertad.

Allí, 124 isleños matan el tiempo observando los verdes pinos y buscando entre la arena viejas reliquias de antiguos habitantes de ese lugar, construidos por suizos hace décadas.

El portal El Nuevo Herald, reseña los sueños de Yosvani López, quien asegura de estar cansado del “limbo” y lo único que pide es libertad.

 “Este lugar es hermoso, pero todo cansa, el limbo cansa. A veces nos sentamos a conversar sobre lo que haríamos si pudiéramos salir de aquí y llegar a otro país. Algunos familiares nos dicen que están preparando un campamento en Canadá para acogernos, otros te cuentan que tienen todo preparado para deportarnos. Vivimos así, entre ilusiones y miedos”, lamenta.

López es oriundo de Caibarién, una ciudad costera al norte de la Isla comunista, donde creció soñando con tenerlo todo en Estados Unidos.

RECOMENDADO: Cubanos en albergue de Panamá presentan mal estado de salud

Aunque tuvo la oportunidad de emigrar utilizando una lancha rápida para cruzar el Estrecho de Florida, prefirió la ruta selvática para evitarse los siete años sin poder regresar que el gobierno impone a quienes abandonan Cuba de manera ilegal.

“Quería regresar antes de los siete años. Tengo a mi madre y mis hermanas en Cuba”.

Durante años trabajó con gran esmero para ahorrar unos cuantos dólares. Con ese dinero y luego de vender la casa de su mamá, viajó a Guyana y en Panamá lo sorprendió el fin de la política de “pies secos, pies mojados”.

 “Aquí pasamos las horas entre los chats con nuestros familiares en Cuba y en Estados Unidos y la búsqueda de indicios en las noticias que nos digan qué va a pasar con nosotros”, comenta.

Tienda de cubanos improvisada dentro del albergue
Tienda de cubanos improvisada dentro del albergue / Foto: El Nuevo herald

Una ciudad dentro del albergue

En vista de que las autoridades panameñas no les permiten salir, sólo una vez a la semana y acompañado de oficiales, los isleños colocaron todo tipo de locales improvisados como barberías, venta de golosinas entre otras cosas, para de esa manera matar el tiempo y obtener un dinero exrtra.

A ellos no se les permite trabajar, ya que las leyes de Panamá no los reconoce como legales.

Alejandro Larrinaga, de 13 años, y sus padres esperan alguna noticia sobre su estancia en Panamá. Rodeado de adultos, solo tiene otro menor con el cual jugar en el albergue, Christian Estrada, de 11 años. Ninguno asiste a la escuela desde hace año y medio, cuando salieron de La Habana.

LEA TAMBIÉN: Cubanos capturados tras escapar en Panamá no serán deportados

Alejandro recuerda que estuvo más de 50 días en la selva y producto de la deshidratación severa se enfermó de epilepsia y convulsionó en varias ocasiones.

“Tuvimos que ver gente muerta, muchas calaveras. Tuve miedo de perder a mi mamá y a mi papá. Quiero ser maestro de ajedrez, que es más que campeón. Algún día lo lograré”, afirma.

En su desespero, varios migrantes sólo piden que “esto termine, que esta pesadilla termine”. A pesar de que sienten temor de ser deportados, a final encuentran tranquilidad en la idea.

Redacción Cubanos por el Mundo / Con información de El Nuevo Herald

Written by María Fernanda Muñóz

Periodista venezolana. ¿La mejor arma? Humanidad. Pasión se escribe con P de periodismo

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Sujetos roban tarjeta de crédito en Hialeah

Roban tarjeta de crédito de un carro y se van de compras a Walmart en Hialeah (+VIDEO)

¡Pasó en Miami-Dade! Mató a su vecina a tiros y luego se suicidó