Aunque no lo parezca a simple vista, en Cuba muchos ciudadanos luchan contra el racismo que impera en la Isla, una práctica heredada de la época colonial y que actualmente se evidencia en la nación insular ante la indiferencia del régimen castrocomunista.
En un reciente evento celebrado en la Mayor de Las Antillas, quedó en claro que el fenómeno está presente en la cotidianidad del quehacer de los pobladores de la Isla.
En el conversatorio celebrado el viernes en la Sociedad de Torcedores de la Habana, ubicada en el conocido barrio habanero de Cayo Hueso, y convocado por el grupo Anamuto, que integran la Cátedra de Pensamiento Haydée Santamaría, el Consejo Supremo Abakuá de Cuba y el Grupo Chequendeke, el escritor y moderador Tato Quiñones expuso como “en todas las épocas las personas negras han estado vinculadas a los sectores menos beneficiosos desde el punto de vista económico”.
Y es que la discriminación racial no solo se evidencia en el aspecto económico, además, trasciende a la esfera social, política y cultural cubana.
Respecto a este flagelo, durante su intervención Quiñones agregó “Aún hoy, con casi seis décadas de Revolución, es muy difícil encontrar a negros y negras en ‘paladares’ de alto nivel, ocupando puestos importantes en los hoteles o en los bares más populares o exclusivos de la ciudad”.
Y recalcó “En los espacios donde circula más dinero la mayoría de las personas son blancas”. En tanto, también criticó la “escasa y maltratada” representación de las personas en la prensa cubana.
A la vez, que mientras sostenía dos ejemplares impresos de Granma y de Juventud Rebelde, ambos con fecha del miércoles 21 de junio de 2017, dijo ““Tomé dos periódicos Granma y Juventud Rebelde al azar y encontré que entre más de 30 fotografías, solo aparecen cuatro personas negras, en todos los casos deportistas, lo que además contribuye a reafirmar estereotipos”.
Al respecto, la periodista Haled Martínez, expresó su preocupación porque los esfuerzos que se hacen por “sacar a la luz” la problemáticas raciales, “no lleguen a nada”. En tanto, destacó que “no es tanto una cuestión de silencio o ausencia de voces, sino de sordera, porque hay bibliografía, investigaciones y testimonios, pero todo eso sigue sin llegar a quienes deciden, o peor aún, llega y no tiene ninguna repercusión”.
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Redacción Cubanos por el Mundo | Con información de martinoticias
