Se habla mucho del legado de Chávez. Pero del que poco se habla, es del que quizás le ha hecho más daño a Venezuela: la cercanía del ‘Comandante’ con la guerrilla colombiana. Con tal de que las FARC triunfaran, el fallecido presidente autorizó el libre tránsito de drogas por el país para financiar a los rebeldes. La estrategia, lejos de impulsar la guerrilla en Colombia para llegar al poder terminó catapultando al narcotráfico en Venezuela, convirtiéndolo en un narcoestado.
De acuerdo a un informe presentado este lunes en Washington por el American Enterprise Institute, en Venezuela impera un narcoestado, en el que “elementos del gobierno nacional administran y respaldan operaciones de narcotráfico, lavado de dinero, financiamiento al terrorismo, respaldo a los movimientos guerrilleros y de corrupción” reseña El Nuevo Herald.
El senador Marco Rubio, esto es una “perversa situación” que está destruyendo a Venezuela y que se mantiene ahora bajo la dirección de Nicolás Maduro en la presidencia. “El Combate de las Organizaciones Transnacionales del Crimen Organizado en las Américas”.
“Nosotros vemos al gobierno de Maduro no sólo como una dictadura, sino también como una organización criminal”, manifestó Rubio.
Estas relaciones entre en el narcotráfico y el Estado venezolano, data de unos 12 años de atrás, según el informe presentado por Roger Noriega, ex secretario de Estado adjunto para el Hemisferio Occidental. Indica que Venezuela siempre fue un pasillo natural para las exportaciones de cocaína provenientes de Colombia hacia Europa y Estados Unidos.
Pero “ese tráfico explotó a finales del 2005 cuando Chávez decidió intensificar el respaldo de su régimen a la guerrilla, convirtiendo a Venezuela en un importante centro de distribución para la cocaína producida por las FARC y por otros grupos de narcotraficantes”, indica el informe.
Las 64 páginas que recogen todos los datos, también incluyen el testimonio de un desertor chavista que llegó a estar en una reunión clandestina llevada a cabo en Barinas.
En esa reunión, “Chávez personalmente comprometió millones de las arcas de PDVSA [la estatal petrolera venezolana] a los comandantes de las FARC para financiar sus operaciones ofensivas contra el gobierno del presidente Álvaro Uribe”, resalta el estudio.
El móvil de Chávez, era principalmente político. Sin embargo, terminó desvirtuándose la naturaleza de su movimiento.
“Al asumir un papel directo en las operaciones de comercialización de drogas de la cocaína de las FARC, convirtió su gobierno en un emprendimiento criminal. En ese período, los líderes chavistas de más alto nivel comenzaron a estar más interesados en el mantenimiento de estas operaciones lucrativas de corrupción que en gobernar o en administrar la economía”, afirma el documento.
Según el estudio, montos significativos del dinero “sucio” se colocaron en bonos denominados en dólares de PDVSA, en bienes raíces, bonos negociables, depósitos bancarios en efectivos y empresas compradas en el exterior.
“Muchos de estos activos están en Estados Unidos o están depositados en cuentas denominadas en dólares, lo cual hace que puedan ser sometidos a medidas legales”, resalta el informe.
“La DEA [la Dirección Antinarcóticos de Estados Unidos] y fiscales federales en media docena de jurisdicciones han invertido recursos financieros sustanciales en investigar los casos judiciales contra estos individuos”, expresa el documento.
El estudio hace un recuento de los casos más sonados abiertos en Estados Unidos contra altos funcionarios del chavismo, resumiendo la situación con los sobrinos de la pareja presidencial, quienes fueron arrestados por intentar colocar 800 kilogramos de cocaína en Estados Unidos.
Redacción Cubanos por el Mundo / Con información de El Nuevo Herald