Las autoridades militares en Cuba han visto el efecto de las regulaciones que anunció Donald Trump desde Miami, Florida. “Tomaremos acciones concretas para asegurarnos que las inversiones vayan directamente al pueblo” fueron palabras del presidente y ahora los hoteles administrados por la cúpula militar en la Isla no reciben a norteamericanos.
Los estadounidenses pueden seguir viajando y visitando a Cuba, pero tienen restringido el quedarse en hoteles que estén administrado por el régimen, para asegurar que sus inversiones lleguen al pueblo y no a la dictadura de Raúl Castro.
En un trabajo de investigación audiovisual presentado por Martí Noticias, el Doctor José Azel, del Centro de Estudios Cubanos y Cubano Americanos, consideró la decisión como que “es la primera vez, yo creo, que se identifica claramente (con la medida política) quién es el adversario. Es decir, las fuerzas armadas cubanas y no el pueblo cubano”.
Pero el Ministro de Turismo en Cuba, Manuel Marrero, indicó que el régimen y la nación asumirán el reto que sugiere el nuevo cambio de políticas bilaterales entre Washington y La Habana, en la administración de Trump, enfatizando que buscará lograr mayores inversiones a ese sector para desarrollarlo y que continúe siendo un motor de la economía cubana.
Los hoteles siguen un problema en cuanto a su aceleración para brindar mayores habitaciones a los turistas que llegan al país y en él dejan sus divisas. Por tanto La Habana deberá seguir multiplicando sus hoteles para ofrecer una mejor oferta.
Andrés Alburquerque, especialista en Turismo, declaró que el norteamericano promedio va la capital, pero entre los grupos hoteleros Habaguanex, Gaviota y Cubanacan, tienen en su poder el 85% de la capacidad hotelera de la zona, pero todas son parte del grupo militar GAESA.
Algunas firmas de Estados Unidos se han comunicado con La Habana para poder controlar hoteles en Cuba bajo su firma, como el Four Point by Sheraton, que administra el hotel Quinta Avenida, propiedad de Gaesa, teniendo ahora como reto el cómo administrarlas bajo las medidas políticas anunciadas por su presidente.
En Cuba muchos fueron los que tuvieron una esperanza al firmarse el “deshielo” en 2015 entre Barack Obama y Raúl Castro, pero en la actualidad ese “boom” turístico quedó en el fondo, ya que varias aerolíneas han abandonado sus vuelos o disminuirlos ya que la demanda de estadounidenses no cumplió las expectativas de viajes.
Redacción Cubanos Por el Mundo / Con información de Martí Noticias
