En Cuba los problemas sociales son el pan de cada día, unos porque no trabajan por dificultades físicas y otros porque el Estado se los prohíbe o los persigue. Tres historias en Cuba coinciden en un mismo fin, el abandono por parte del régimen cubano.
En Cuba las autoridades dan una imagen al mundo de que su proyecto social no deja por fuera a ninguno de los cubanos, pero AmericaTeVe logró hacer un compilado de entrevistas a tres familias, que aseguran que la dictadura de los Castro los ha dejado a un lado.
Las ayudas a las autoridades han sido canalizadas para su pronta atención, pero las respuestas y las acciones son nulas.
Dayana González Peñalver, de Luyanó (La Habana), vive en precarias condiciones junto a sus hijos y demás familiares, para un total de 14 personas bajo un mismo techo. Los pequeños duermen en camas improvisadas. Coloca una vieja colchoneta de gomas espuma sobre sillas de hierro y allí descansan.
Ella padece de debilidad visual y recordó que sus “hijos duermen en una sala, mi casa no tiene condiciones”. Explicó que se ha acercado hasta el Consejo de Estado para buscar ayuda, pero nadie le da respuestas contundentes.
Explicó que el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social le otorga 7 dólares mensajes, pero es insuficiente para tantos gastos además de las enfermedades a las que se exponen sus hijos por las condiciones de su vivienda.
Michael, uno de los hijos de Dayana, contó que hay muchas ratas que salen de la cocina o huecos.
“El Consejo de Estado me dice que la respuesta ha sido enviada al gobierno, pero estos me dicen que no han oído ninguna respuesta y me tienen así”
Pero al sudeste de la Isla, en Guantánamo, varias familias se quejan de que el Estado no les otorga ayuda a los problemas de filtraciones que padecen los edificios donde viven, que hace más de 30 años fueron otorgados por los Castro y que estos, desde sus inicios, han tenido problemas.
En el reparto Caribe tienen “el problema de la filtración y (el de) las tuberías que faltan debajo del sótano” asegura una vecina, explicando que debajo de estos se descargan todos los baños, mientras que otra la complementó explicando que “nosotros no tenemos agua potable, descargamos hacia la tierra, esto prácticamente es letrina lo que tenemos nosotros”.
Los vecinos indican que ni la gestión de la prensa oficialista ha logrado respuesta de las autoridades.
Pero en Cienfuegos lo problemas no escasean, Enrique Cañir, padre de un hijo que padece de esquizofrenia, contó que ha conseguido una solución fuera de las vías que régimen dispone en sus “ayudas”.
Con el apoyo del Proyecto Independiente Luz y Esperanza, ha conseguido vender, ilegalmente, caramelos en las calles, pero siempre es multado por la policía y asegura que no tramita los papeles por “son muy caros” y el estado siempre persigue a los negocios privados.
Recordó además que al Estado se le explicó la situación de su pariente, de su medicamento “y siempre eso era un pelote’o pa’ acá y un pelote’o pa’ allá”. Carlos Reyes, por su parte, director del proyecto, no justifica que un “gobierno que dice que tiene un proyecto social no permitan que nosotros hagamos estas actividades”.
Redacción Cubanos Por el Mundo
