Para los cubanos que se arriesgan por Centroamérica, volver a Cuba no es una opción, antes prefieren la muerte. Yudenny Sao Labrada y Yoendry Batista, es un matrimonio que atravesó la peligrosa selva panameña para alcanzar su libertad, pero su sueño fue truncado con la decisión de Barack Obama el pasado 12 de enero.
Ellos estuvieron un tiempo en Panamá y desde allí enviaron un mensaje claro “pá cuba si no vamos a ir, la fe no la hemos perdido, pero no me voy a presentar para que nos deporten, tenemos fe que en algún lugar vamos a establecernos, aquí en Panamá hay muchas opciones”.
Alegan además que si el presidente Juan Carlos Varela accede a recibir de manera lega a los migrantes, ellos tomarían la opción de establecerse en el país centroamericano sin pensarlo.
“Aquí nos quedamos entonces, lo de nosotros es estar legar, poder trabajar, poder estar con la familia, porque nuestro miedo es andar escondido de las autoridades”.
Esta pareja actualmente se encuentra en México, esperando una visa humanitaria que les permita ingresar al país azteca y realizar los trámites para optar por asilo político en los Estados Unidos.
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La crisis migratoria cubana cobra más fuerza luego de que Barack Obama derogara la política Pies Secos/Pies Mojados, el pasado 12 de enero de 2017.
Muchos quedaron en una especie de limbo. En Panamá, más de 300 cubanos tuvieron que ser alojados en un albergue temporal hasta que se determine que hacer con ellos, mientras que otros prefirieron estar en la clandestinidad para evitar ser deportados.
México por su parte, otorgó visas humanitarias para que los migrantes pudieran rehacer su vida y contribuir con la sociedad mexicana, ya que recordemos que la mayoría de estos cubanos son profesionales certificados.
Redacción Cubanos por el Mundo