Tras la cancelación de la política de pies secos/pies mojados un grupo de más de mil 300 cubanos quedó varado en la frontera México-estadounidense sin poder acceder a la Ley de Ajuste Cubano y radicarse de forma legal en Estados Unidos.
De ese grupo, ya no hay más de 50 de ellos residiendo en la frontera de Nuevo Laredo. Las decisiones fueron variadas. Algunos definieron entregarse a las autoridades estadounidenses a través del puente internacional “Puerta de las Américas” solicitando el asilo político. Otros decidieron regularizar su permanencia en México en distintos estados del país.
“Al principio estaban con miedo porque al entregarse iban a estar en la cárcel pero viendo después que las mujeres resolvieron rápido empezaron ellos a entregarse, vieron esa puerta de entrada y a la vez poder tener esa opción, porque en realidad ellos en cierta forma quedarse en México no fue su plan sino irse a los Estados Unidos” detalló el director Aron Casimiro Méndez, director de la Casa del Migrante AMAR.
Según Méndez, los cubanos decidieron quedarse en México al haber mayores garantías de seguridad que en Cuba, logrando conseguir trabajos estables y hasta establecerse personalmente.
“Algunos prefirieron quedarse en México que en su país porque es un poco más seguro, y ellos tienen la esperanza que ya siendo mexicanos les puedan ingresar a Estados Unidos de alguna otra forma, esto fue lo que algunos de los cubanos decidieron hacer, y aquí ahorita ya nada más hay un cubano en la casa hospedado de los que nos quedan” explicó Casimiro Méndez.
Durante el mes de mayo, la Casa del Migrante Nazareth informó que únicamente 10 de los 300 cubanos que se entregaron en ese mes a las autoridades de la aduana americana lograron obtener asilo político para permanecer legalmente, el resto de ellos permanecían detenidos.
Redacción Cubanos por el Mundo / Con información de El Mañana de Nuevo Laredo