Recientemente, la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) publicó su informe donde exponía que el salario mensual en Cuba se incrementó a 740 CUP (29.6 USD) en 2016.
Como si se tratara de un “gran logro” varios medios de prensa se hicieron eco de la novedad, indicando algunas labores en las cuales la remuneración es aún mayor, sin dar mayores detalles de a que se debe tal variación.
Por un lado, los dato de la ONEI exponen el incremento sostenido de los salarios de los empleados públicos en Cuba, los sectores más beneficiados son aquellos cuyos resultados pueden evaluarse dentro de una escala de productividad, entiéndase Industria Azucarera, Explotación de Minas y Canteras, y el renglón Agricultura, ganadería, silvicultura y pesca, reseña Cubanet.
Esta fuente indica además que este incremento ha beneficiado a los 4 millones de empleados públicos que existen en la isla. Sin embargo, al ahondar sobre esta situación, un reportaje de Cubanet recoge el testimonio de varios ciudadanos que ejercen diversas profesiones, donde no sólo se constató que los discretos aumentos nada significan frente al encarecimiento —también sostenido— de cualquier producto esencial, sino que todavía hay personas que devengan salarios inconcebiblemente bajos.
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Es precisamente aún un misterio, saber en función de qué se calculan los salarios de los cubanos, al no existir un indicador de ingresos reales para la población. Con la Resolución 30/2005 del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, fue modificada la escala salarial única para las diversas categoría ocupacionales, que a partir de entonces ha oscilado entre 240 pesos (mínimo) y 650 pesos (máximo).
Este sistema de “estimulación” en moneda nacional o en pesos convertibles, representa un “valor agregado” al salario correspondiente a la plaza que se ocupa, en función de los parámetros de productividad colectiva o participación político-ideológica cuyo incumplimiento puede afectar la remuneración del trabajador.
Esta serie de “agregados” al salario por nómina puede -en teoría- avalar el incremento del salario medio; pero abundan los casos de trabajadores que cumplen su plan mensual de producción y pierden el bono porque la empresa no cumplió. Es una manera de encadenar la capacidad individual a la incompetencia de la entidad estatal, siempre en perjuicio del trabajador. Las estadísticas se calculan tomando en cuenta el pago establecido para cada categoría ocupacional y el plus correspondiente; pero no contempla factores extralaborales que pueden incidir negativamente en los ingresos de los trabajadores.
El aparato estatal es tan defectuoso que no existe correspondencia entre la norma y la práctica. Mientras el informe de la ONEI sostiene que los trabajadores agrícolas aparecen entre los mejor remunerados, se dan casos como este. Hay mucha maleza entre las cifras de salario medio publicadas y lo que realmente llega al bolsillo de los ciudadanos. De cualquier modo, aunque esos 740 CUP cayeran íntegros en manos de los trabajadores, no supondría un mayor poder adquisitivo, toda vez que el desabastecimiento obliga a adquirir casi todo en el mercado negro, a precios inflados.
Los trabajadores cubanos vinculados al Estado desconocen su escala salarial, confunden salario básico con salario medio y suelen incluir los bonos para redondear una cifra más atractiva. Esta ignorancia parece, en muchos casos, intencional, pues el salario por nómina es tan indigno que no les interesa. Para ellos el cobro real es lo que “inventan”, además de lo que devengan por su plaza. Eso es lo que les permite sobrevivir, de modo que el alza publicada por la ONEI en su informe no representa una variable determinante en la vida ciudadana.
Raúl Castro puntualizó, en 2015, que el aumento de los sueldos dependería de los avances en la productividad y la sustitución de importaciones. Si la productividad continúa limitada y se importa el 80% de los bienes dirigidos a satisfacer la demanda, no puede haber error. Cuba seguirá teniendo el salario más bajo de América Latina.
Redacción Cubanos por el Mundo / Con información de Cubanet