La investigación sobre los nexos entre la campaña presidencial de Donald Trump y el Kremlin preocupa al presidente norteamericano y busca limitar el impacto de la exploración, deslegitimando al equipo de fiscales que lleva el caso, informó el The Washington Post.
El presidente y empresario ya piensa en posibles indultos, reseñó el pasado jueves el diario norteamericano y reseñó EFE. Los abogados del presidente elaboran una lista de posibles conflictos de interés en el equipo de Robert Mueller, el fiscal especial designado para llevar la investigación, con el objetivo de apartarlos de la pesquisa o bien de menospreciar los resultados que presenten, señala la agencia internacional.
Pero según The New York Times, los juristas de Trump rebuscan entre los casos y clientes pasados de la docena de fiscales que integran el equipo y analizan las donaciones que algunos hicieron en el pasado a políticos demócratas.
Agregando que, por ejemplo, Andrew Weissmann, exfuncionario del Departamento de Justicia y experto en crímenes financieros y fraude, donó para varios políticos, entre ellos el expresidente Barack Obama.
Según los reconocidos rotativos estadounidenses, que citan a fuentes expertas de la cuestión en anonimato, Trump está molesto con el rumbo que toma la investigación, que además de indagar en la vinculación con Rusia en su campaña presidencial, también las finanzas y los negocios que cerró el empresario antes de asumir su cargo en la Casa Blanca.
Jay Sekulow, abogado del presidente estadounidense, declaró al The Washington Post que tanto Trumo como su equipo legal trabajan para que la investigación no pierda su rumbo, la injerencia rusa.
“El presidente está preocupado por los conflictos que existen dentro de la oficina del fiscal especial y por cualquier cambio en el alcance de la investigación. La investigación debe permanecer dentro de su mandato. Si se desvía, vamos a objetar”.
Entre los negocios de Trump que se investiga, está la venta de una mansión en Palm Beach (Florida) a un oligarca ruso por 95 millones de dólares, transacción que según Sekulow “está muy alejada del alcance de una investigación legítima”.
Pero Trump no se queda de brazos cruzados y además, en paralelo, se informa de los poderes que están a su alcance para insultar a asesores, familiares e incluso a sí mismo, según el Post, que relata que los abogados del presidente están estudiando la cuestión.
La Constitución otorga al presidente el poder de indultar “por ofensas cometidas en contra de los Estados Unidos”, aunque nunca antes un mandatario lo ha utilizado en su propio beneficio.
Redacción Cubanos Por el Mundo / Con información de EFE
