Los afectos al “gobierno” cubano no ven los problemas, ni los padecen, al menos no a los que ejercen el periodismo detrás del castrismo. Tal es el caso de Arleen Rodríguez Derivet, que en una entrevista con el diario Público, señaló el periodismo en Cuba goza de “la más importante de las libertades en el mundo de hoy”.
Para Rodríguez Derivet, coordinadora general del programa de televisión la Mesa Redonda, el que ella misma tilda de “espacio editorial de defensa de la política de la revolución”, califica que la prensa en el país se puede anotar una victoria, “ser libre del mercado”.
El régimen cubano controla la prensa en la Isla, el Comité Central del Partido Comunista tiene las líneas editoriales bajo su supervisión, ellos desde su espacio deciden qué se publica y qué no.
Por lo que la periodista rechazó el hablar de pluralidad en la prensa oficialista si de “darle voz a enemigos activos de la revolución” se trata.
La prensa independiente en Cuba es vista como “mercenarios”, calificación que proviene desde el mismo régimen en sus discursos oficiales, alegando que estos están al servicio de potencias extranjeras, como principal enemigo los Estados Unidos, que buscan difamar y desprestigiar a los Castro, según el “gobierno” cubano.
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“Imagínate si vamos a darle nuestro espacio a los que llevan años mintiendo con la entusiasta colaboración de grandes medios internacionales”.
Arleen tiene como opinión que “en Europa y EE.UU hablan del periodismo cubano como hablan de la democracia cubana, desde una ignorancia ofensiva” y con relación a la máxima del sector de que “hay que leerlo todo para contrapesar”, lo deja a “los nuevos”: “Yo paso. No soporto la postmoderna equivalencia de todas las verdades”.
Pero su posición es clara, ve a la prensa de oposición como enemiga, esa que el régimen persigue, con negarle vuelos internacionales a periodistas, asediar sus casas y arrestarlos o prohibirles el paso a instituciones por hacer su trabajo.
Redacción Cubanos Por el Mundo
