Zoé Valdés, escritora cubana radicada en Francia, en entrevista con EFE, aseguró que los exiliados como ella aún no han podido “lavar” el odio, lo que sí ha podido hacer personas que permanecieron durante 20 años encarcelados por el régimen de Castro.
“Duele decirlo. No es nada positivo. Es una dicotomía porque al mismo tiempo en que es sano, no es positivo. El odio que tengo es producto de la enseñanza que me tocó en las escuelas de Cuba, hubiera o no querido, porque mi madre, mi abuela y mi tía trataron de que no me perforara esa enseñanza”, dijo Valdés
“El tiempo ha pasado y el pueblo cubano se robotizó. Hoy es un pueblo sin alma. Una de las cosas que hace el totalitarismo y el comunismo es extraer el alma de los ciudadanos”, amplía la prolífica narradora y también activista por los derechos humanos, quien viajó hasta Miami para conversar sobre la actualidad venezolana.
“Lo primero que nos enseñaron fue a odiar al capitalismo, al imperialismo, a los americanos; todo era odio. Mi generación es un producto de eso”, sostuvo la autora y recordó cómo hubo un tiempo en el que se aisló dentro de su propio país.
“Puse doble cerrojo, rejas. Odiaba a la presidenta del Comité (de Defensa de la Revolución, organización política creada al principio del proyecto castrista para vigilar a las personas); odiaba todo y esto lo cuento en ‘La nada cotidiana’”, recapitula la cubana.
Comprende que los denominados “plantados”, presos políticos que se niegan a acatar las órdenes de sus carceleros, manifiesten no sentir odio como es el caso de los “plantados” Ángel de Fana y Ernesto Díaz Rodríguez, que hoy viven en Miami y estuvieron a su lado durante el conversatorio.
“Los entiendo porque ellos se estaban sacrificando en la prisión, y ese sacrificio les lavaba el odio, pero nosotros que salimos al exilio no pudimos lavarlo”, dice la reconocida artista.
A una pregunta de qué espera ahora de Venezuela, Valdés expresa que “la gente seguirá saliendo a las calles a dar la vida, sobre todo los jóvenes, porque aquel es un pueblo muy valiente, de mucho impulso y uno de los primeros en declararse libre de la esclavitud, un pueblo que lideró durante siglos los movimientos libertarios en América Latina, con Bolívar a la cabeza”.
Valdés, que dice trabajar al mismo tiempo en varios proyectos literarios “para descansar de un tema cuando está muy cargado”, fue quien ideó la charla de Miami.
“Cuando lo único que te interesa es la sobrevivencia, o sea, comer lo que te toca por la libreta (cartilla de racionamiento), y no sientes deseos de leer un libro o de ir a un museo porque el día a día es un infierno, todo eso es un indicador de que el ciudadano no tiene alma”, asegura la escritora que en 1995 solicitó asilo en Francia y quien en estos días ha escrito en las redes sociales: “Venezuela, tu dolor me hace tu hija”.
Redacción Cubanos por el Mundo / Con información de EFE