Recientemente se conoció la noticia de que los homosexuales también podrán prestar el Servicio Militar Obligatorio, una idea que inició en el año 1963 de la mano del dictador Fidel Castro usando de excusa una “invasión yanqui” para enrolar a los jóvenes en la milicia.
Pero dicho servicio, que ahora lleva por nombre Servicio Militar Activo (SMA), es lo más odiado en la Isla después de los Castro.
En un artículo publicado por el periodista Iván García para el portal Diario Las Américas, refleja cómo la comunidad LGBTI de Cuba no se siente atraída a esta idea e incluso prefieren que al régimen se le olvide.
El comunicador cita el testimonio de Luis, un travesti que trabaja en el barrio de La Víbora, en la zona sur de la capital. Para él, tener los mismo derechos que los heterosexuales es algo positivo, pero prestar servicio militar es una “perdida de tiempo”.
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“Me parece muy fuerte que un maricón conviva con tantos machos en una unidad militar. El mes pasado a mí me dieron de baja en el chequeo médico que me realizaron para el servicio militar. Está bien que los gays tengan los mismos derechos que los heterosexuales, pero en el caso del servicio lo preferible es que lo supriman, pues casi ningún joven, por su propia voluntad, quiere estar dos años en esa durísima vida”
García asegura que los 10 homosexuales entrevistados coincidieron en que el Servicio Militar Obligatorio era innecesario y que en nada contribuía al desarrollo de la juventud cubana.
“Cuba no va tener guerra con nadie. Con el envejecimiento de la sociedad cubana, deberían preparar a los jóvenes en diferentes facetas de la producción, algo mucho más beneficioso que pasar el servicio militar”, apuntó Walter, estudiante de preuniversitario
En plena crisis económica y con un tercio de la población mayor de 60 años, lo más sensato sería abolir el servicio militar. La manutención de las fuerzas armadas siempre ha sido un lastre incómodo para el producto interno bruto, que en su momento llegó a consumir cerca de 35 por ciento del PIB.
Redacción Cubanos por el Mundo / Con información de Diario Las Américas
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