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ACNUR informa que los cubanos en Montenegro “trabajan duro”

La Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidad para los Refugiados (ACNUR) publicó en su sitio web parte de lo que es la vida de Raúl y Yatser, dos cubanos refugiados en Montenegro, explicando que ellos “trabajan duro” para recomenzar sus vidas.

Raúl, de 31 años, se levanta a las 4.30 de la madrugada, con la determinación de brindar a su familia una mejor calidad de vida que la que vivieron en la Isla dirigida por la dictadura de Raúl Castro. Camina unos seis kilómetros en la capital montenegrina de Podgorica.

Por casi 12 meses viviendo en esa ciudad, cuenta ACNUR, que luego de huir de una persecución política en Cuba, al igual que su esposa y sus dos hijos, a ocho meses de su estancia en un centro para solicitantes de asilo, la familia ya logró independizarse, con poco conocimiento del idioma local.

Raúl trabaja en la compañía de recolección de residuos municipales.

“Este trabajo llegó en el momento adecuado, ya que había estado buscando una manera de empezar a ganar dinero una vez que salimos del centro. No es un trabajo ideal, ya que trabajo toda la mañana bajo el fuerte sol, caminando hasta diez kilómetros en las calles, pero tengo una familia a la que mantener”.

Relata de Montenegro y la ciudad en la que vive, que es un país hermoso, pero como importante cuenta que “mis hijos pueden caminar libremente en las calles y jugar con seguridad”.

Mientras que Yaster, de 34 años, reconocido oficialmente como refugiado desde diciembre de 2016, estuvo en el mismo centro durante meses, pero ahora está en un alojamiento privado con el apoyo de la ACNUR a través de una intervención de asistencia en efectivo de seis meses.

Aunque Yaster es un enfermero calificado también se gana la vida recolectando residuos en el municipio.

“Soy consciente de que estoy por mi cuenta ahora, así que necesitaba algo para empezar (…) Es difícil trabajar bajo el sol, así que de vez en cuando tomo descansos cortos en la sombra”.

Ambos cubanos asistieron a un taller que consistió en sesiones grupales y consultas individuales con los participantes, trazando sus habilidades e intereses en el mercado de trabajo y posterior a ello asistieron a un curso intensivo de cinco días, financiado por el ACNUR, adaptado para ayudarles a adquirir los fundamentos del lenguaje local, lo que les ha permitido un mejor desempeño social en su nueva vida.

Hasta el 25 de enero, 168 cubanos vivían en centros de retención serbios, donde se enfrentan a las duras medidas antiinmigración de los países colindantes, así como a las bajas temperaturas, según la OIM (Organización Internacional de las Naciones Unidas para las Migraciones).

Redacción Cubanos Por el Mundo

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