La colombiana Nelsy Falla de Ramírez salió el sábado de su vivienda ubicada en un parque de casas móviles en un vecindario al noroeste de Miami-Dade, y nunca regresó.
Su cadáver fue encontrado a las 6:46 de la mañana del día siguiente, al lado de una carretera a más de cinco millas de su residencia.
Sus familiares y amigos claman por justicia e indican que sospechan de un hombre hondureño con el que la víctima de 59 años mantenía una relación sentimental.
El hombre era un pandillero que había sido deportado recientemente, por lo que Falla estaba tratando de ayudarlo a regresar a Miami.
“Ella supuestamente salió el sábado a encontrarse con unos tipos, no sé quiénes son. O intentaron robarla o algo más sucedió, no sabemos exactamente qué pasó, pero encontraron su cuerpo lejos del vehículo”, comentó María Ríos, nuera de la víctima, a Local10.
La policía de Miami-Dade está investigando la muerte de Falla, que no consideran por el momento como un homicidio, ya que las autoridades no han determinado la causa del fallecimiento.
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El cuerpo fue encontrado cerca de la calle 152 y la avenida 6 del noroeste.
La víctima había llegado a Estados Unidos hace 30 años en busca del sueño americano y un mejor futuro para sus hijos.
De acuerdo con los registros públicos del condado, Falla no tiene récord policial y durante la última década, compareció una vez en una corte de Miami-Dade en marzo de 2015 cuando solicitaba el divorcio de su segundo esposo, Juan Parajón, con quien había contraído matrimonio en noviembre de 2012.
Falla se casó luego en noviembre de 2015 con un hombre hondureño, pero se desconoce si es la misma persona a la que se refiere la familia. Previamente, se había casado en 1987 con Julio César Ramírez, de quien tomó el apellido de casada.
Durante los últimos años, otros casos de mujeres colombianas desaparecidas han causado conmoción en el sur de la Florida.
Isabella Hellmann, oriunda de Bogotá y residente de Delray Beach, desapareció en mayo a unas 30 millas de las Bahamas cuando regresaba de un viaje en bote que seguía la ruta St. Martin, Puerto Rico, Cuba y Key West (Florida).
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El esposo dijo a las autoridades que el catamarán de 31 pies había golpeado un objeto desconocido mientras dormía y cuando salió a chequear, aseguró que Hellmann ya no estaba.
Liliana Moreno, nativa de Cali, y su hija Daniela, de 9 años, salieron a finales de mayo de 2016 de su vivienda en la ciudad de Doral, dejando sospechosamente sus pertenencias: la cartera con el monedero, las tarjetas de crédito y débito, la licencia de conducir y hasta las llaves. Desde entonces, las autoridades han seguido varias pistas pero no han podido encontrarlas.
Desde el principio, los familiares y reportes de medios locales han señalado como persona de interés a Gustavo Marcano, la ex pareja de Moreno y padre de Daniela, quien además fue supuestamente la última persona en verlas.
Redacción Cubanos por el Mundo / Con información de El Nuevo Herald
