“La casa de los refranes”. Así es conocida la vivienda de Tomás Álvarez de los Ríos, escritor y periodista que falleció en 2008 con más de 90 años. Está ubicada en las afueras de Sancti Spíritus, Cuba. Y es conocida de esa manera porque en cada uno de los ladrillos que componen su fachada hay un dicho popular o un verso grabado con pintura blanca.
En cada uno de esos escritos se pueden leer un resumen de lo mejor de la sabiduría popular cubana. Entre los más curiosos y jocosos destaca el que dice: “Del guayacán salen los mejores trompos” y “Cuando actúan dos panteras al niño le aplastan la cabeza”.
Una sobrina del periodista está a cargo de la residencia, la cual está dispuesta a conservar hasta lo imposible. La joven hace poco realizó unas remodelaciones, que no afectaron el área donde están plasmados los cinco mil escritos, según el diario Escambray.
Esta casa museo no solo tiene plasmado miles de refranes, sino también coplas canarias o malagueñas que dicen: “Nadie se engañe al oír a los pájaros cantando, que unas veces cantan risas y otras veces cantan llantos”.
La casa de los refranes del autor de las novelas “Las Farfanes”, “Candaleria”, “Los triángulos del amor”, “Tronco, ramas y raíces”, “Esos Carreteros” y “Diálogo entre la palma real y la ceiba”, es única en su tipo en el mundo y actualmente es muy frecuentada por los visitantes y vecinos para disfrutar leyendo sus mensajes.
Redacción Cubanos Por el Mundo