Desde el pasado jueves, un centenar de personas, tanto cubanos como canadienses, se encontraban esperando para lograr salir de Camagüey en un vuelo que se ha retrasado por más de 72 horas, según informa Radio Canadá.
Tristán Lévesque-Lizotte, uno de los pasajeros, relató que el jueves se intentó la primera salida del avión, sin embargo la respuesta de la estatal Cubana de Aviación “indicó que la aeronave tenía un problema de radar. La aeronave finalmente voló sobre la Isla durante dos horas para quemar combustible antes de regresar a su punto de partida”.
Posteriormente, en un nuevo intento de salida, el grupo de viajeros (que está hospedado en un hotel a la espera) fue transportado en autobús al aeropuerto el viernes. Sin embargo, el viaje de 90 minutos “fue innecesario ya que no había avión disponible para el vuelo”.
El pasajero comentó este sábado que nuevamente su vuelo había sido retrasado después de que les anunciaran otra nueva fecha tentativa de salida para las 3:00 am de este domingo.
“No hay comunicación entre Cubana de Aviación, la agencia de viajes Sol Caribe y el aeropuerto”, lamentó el hombre.
“Camagüey es un aeropuerto tan pequeño que ni siquiera puedo comprar pasajes con otra compañía. No hay vuelos, solo otro que va a Fort Lauderdale”, agregó.
“Hay personas aquí que están enfermas y no tienen medicamentos. Tenemos diabéticos”, condenó.
También informó que al momento ha perdido tres días de trabajo y advirtió a otros turistas que se sienten atraídos por estos vuelos con descuentos que “se lo piensen dos veces”.
“Cuando pagas menos, es más barato. Yo aconsejaría tal vez gastar los 150 o 200 dólares más para vivir menos ansiedad”, concluyó.
Tristán Lévesque-Lizotte y su esposa Sarah Belleville habían terminado de pasar sus vacaciones en la playa de Santa Lucía, en Camagüey. Radio Canadá intentó contactar con Cubana de Aviación y Sol Caribe, pero sus intentos fueron infructuosos.
Redacción Cubanos por el Mundo
