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Campaña de descrédito en contra de candidatos de #Otro18

A sólo una semana del inicio de las asambleas municipales, que definirán los delegados al Poder Popular, la representación de candidatos independientes postulados para las elecciones de 2018 en Cuba han denunciado una campaña de descrédito en su contra y recuerdan que las acciones de esa naturaleza son “prohibidas y sancionadas” por la ley vigente en la isla.

Una declaración difundida este jueves, advierte que de los 175 candidatos de la plataforma ciudadana #Otro18, 71 han sido víctimas de las campañas de descrédito provenientes de las autoridades cubanas, con el objetivo de impedir que se presenten como independientes en las municipales.

Entre las acciones contra ellos mencionan “el esparcimiento de rumores falsos, el ataque a familias enteras, pasando por comentarios lesivos al honor y a la dignidad de quienes asumimos nuestros derechos electorales, hasta la amenaza de represalias hacia quienes voten a favor de candidatos/as independientes”, precisa el documento.

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Hacen la acotación que para llevar adelante sus candidaturas “no han recibido dinero de ninguna organización internacional, ni de gobiernos extranjeros” y puntualizaron que “no representan programas de ninguna de las organizaciones políticas que se han organizado en el país”.

La declaración recalca que la propia Constitución y la Ley Electoral vigentes en Cuba les otorgan “legitimidad” como candidatos y avala su intención de postularse.

A continuación el comunicado:

La Habana, 31 de agosto de 2017

Declaración Candidatos/as #Otro18 y otros Candidatos Independientes

Nosotros, Candidatos y Candidatas #Otro18 y en representación de los 175 candidatos independientes identificados con la Plataforma Ciudadana #Otro18 queremos, de conjunto, llamar la atención sobre el actual proceso electoral (2017-2018), que comprende las elecciones municipales, provinciales y para Diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular.

Estas se producen en un momento crucial para el país. En tal sentido nos reconocemos, en primer lugar, en la tradición de candidaturas independientes que se remonta en Cuba al año 1989, cuando Roberto Bahamonde Masot se presentó en una circunscripción en San Miguel del Padrón, un municipio de La Habana.

Esta tradición, continuada silenciosa e ininterrumpidamente por un número de ciudadanos cubanos a lo largo de los años 90 del siglo pasado y principios del siglo XXI, fundamentalmente en la capital del país, mostró en las pasadas elecciones muncipales de 2015, cuando dos simples ciudadanos, Hildebrando Chaviano y Yusniel O´Farrill, decidieron probar suerte frente a sus respectivos electores, que la ciudadanía está en condiciones y en capacidad de apostar por la diferencia y por la representación alternativa de sus voces, intereses y necesidades.

La legitimidad de los candidatos/as independientes está por tanto respaldada por quienes, de acuerdo al Artículo 3 de la Constitución vigente, son los depositarios de la soberanía del Estado.

Por ello, en segundo lugar, deseamos dejar claro que actuamos y actuaremos de acuerdo a lo que establece la Ley Electoral, o Ley 72, que reconoce nuestro derecho al sufragio pasivo, y en concordancia con la Constitución cubana, que reconoce, también en el Artículo 3, el derecho de todo/a ciudadano/a a participar directamente, o por medio de representantes electos, en la conducción de los asuntos del país y del Estado.

En tercer lugar, reafirmamos que, en consonancia con la Ley Electoral vigente, no actuamos a nombre de ningún partido o movimiento político, ni representamos programas o ideologías específicos de ninguna de las organizaciones políticas que legítimamente se han organizado en nuestro país. Solo nos identificamos con la voz de los ciudadanos, por la necesidad de transparencia en el ejercicio de los gobiernos locales y con la necesidad de reformas que beneficien a los ciudadanos y ciudadanas cubanos, sean estas de naturaleza económica, social o electoral.

En cuarto lugar, queremos dejar sentado que, como candidatos/as independientes, no hemos recibido dinero para nuestro desempeño, sea de organizaciones dentro del país o de gobiernos u organizaciones internacionales o extranjeras.

Vemos con preocupación, en quinto lugar, las campañas políticas de descrédito contra candidatos/as independientes que se vienen realizando en numerosas comunidades del país, prohibidas y sancionadas por la ley, que han incluido en algunos casos detenciones y registros arbitrarios, así como la coacción o las amenazas contra electores y familiares, sean de candidatos/as independientes o de ciudadanos/as que intentan observar imparcialmente el proceso electoral. Resulta alarmante en este sentido que desde las esferas más altas del Estado cubano se diseñen políticas violatorias de la Ley Electoral, y se invite a ciudadanos a que contradigan el andamiaje jurídico y constitucional del país.

Nos solidarizamos, en sexto lugar, con Rolando Columbié Patterson (Antilla, provincia Holguín) y José Casares Soto (San Juan y Martínez, provincia de Pinar del Río), prominentes candidatos independientes en sus comunidades, condenados a seis meses de prisión domiciliaria y a cinco años de prisión con internamiento, respectivamente; en ambos casos como muestra de la creciente judicialización política de los derechos ciudadanos.

Consideramos positiva, en séptimo lugar, las campañas de sensibilización electoral que por primera vez han emprendido las autoridades cubanas para familiarizar a los ciudadanos y a las ciudadanas con la Ley Electoral, desconocida por las grandes mayorías, y con los derechos que esta reconoce a todos y cada uno de los cubanos y las cubanas.

Instamos, en octavo lugar, a la Comisión Electoral Nacional, y a las diferentes comisiones a nivel provincial, municipal y distrital a que garanticen el pleno cumplimiento de la Ley Electoral, y de todo el ordenamiento legal y constitucional por parte de funcionarios y ciudadanos.

Miramos con inquietud, en noveno lugar, la presencia ubicua de agentes de la seguridad del Estado en nuestras comunidades, con el evidente propósito de intimidar, directa o indirectamente, a los electores y a nuestros familiares o amigos. Las acciones van desde el esparcimiento de rumores falsos, el ataque a familias enteras, pasando por comentarios lesivos al honor y a la dignidad de quienes asumimos nuestros derechos electorales, hasta la amenaza de represalias hacia quienes voten a favor de candidatos/as independientes.

En décimo lugar, entendemos como contrario a la Ley Electoral, al espíritu de fiesta competitiva que debe primar en unas elecciones y a la armonía ciudadana, el discurso que considera a los candidatos/as independientes como subversores del orden―resulta una contradicción afirmar que el uso de un derecho legalmente reconocido es subversión― y que coloca a la llamada Revolución en el centro del proceso electoral, contraponiéndola a la Ley Electoral, que solo habla y reconoce a ciudadanos/as cubanos. Según esta, las campañas y por ende los discursos políticos están prohibidos. Nos preocupa, de esta manera, que el proceso electoral cubano esté dominado por discursos e ideologías de violencia y odio políticos.

Esperamos, en onceno lugar, que los agentes del orden garanticen la tranquilidad ciudadana a lo largo de todo el proceso electoral. Desde las venideras Asambleas de Nominación de Candidatos, en las que nos aprestamos a participar, hasta el día de las elecciones el próximo 22 de octubre, incluyendo la segunda vuelta en los lugares en los que sea necesario repetir el proceso electoral.

La comunidad internacional entera ya está observando la capacidad probada por la mayoría de los cubanos, si se crean las condiciones necesarias para ello, de comportarnos a la altura de la mejor cultura cívica. Nuestra legitimidad, como candidatos y candidatas humildes de nuestras comunidades, solo puede y debe ser demostrada en las urnas.

Las venideras elecciones municipales deberían ser una festividad de concordia ciudadana en la diferencia. Invitamos tanto a candidatos oficialistas como a otros candidatos independientes a suscribir esta Declaración.

Candidatos independientes firmantes de la presente Declaración
Juan A. Madrazo Luna
Leonardo Mesa Verdecia
Ivonne de las Mercedes Lazo Abreu
Nancy Quiñones González
Justo A. Paz Domínguez
Rosario Morales de la Rosa
María Elena Mir Marrero
José Díaz Silva
Dellices González Dorrego
Lazara María Dorrego Guzmán
Anai Penalba Subit
Yanelis Cutiño Martínez
Olaida del Castillo Trujillo
Tony Alberto Salazar Deulofeo
Humberto Viel Marín
Benedicto Vivac Bombino
Elías Sánchez Sánchez
Aonel Orta Sánchez
Lorenzo Pérez Ochoa
Raydel Rodobaldo Guzmán González
Santiago Emilio Pérez Suárez
Daymara Caridad Chávez Ortiz
Lázaro Cárdenas Hernández
Eduardo Caballero Quesada
Lázaro Rafael Solaya Fiol
Selenio Ricardo Cruz
Hanse Elay Almeida Ruiz
María Luisa Trachet Flebect
Emerido Calderón Suárez
Iván Lemus Fonseca
Leonardo García Pérez
Yusniel Pupo Carralero
Yordan Pupo Carralero
Leodán Suárez Quiñones
Arelys Rodríguez Silva
Osmany Miranda Prieto
Irán Lanza Montes
Yuri Lanza Montes
Raúl Rodríguez Hernández
Magalys Pita Domínguez
Lázaro Pérez Prieto
Yaquelin Palma Barreto
Eduardo Vega Ojito
Marta Elena Dueñas Otero
Rosa Camacho González
Luis Alejandro Lugo Martínez
Arasai García Delgado
Rolando Culán Ávila
Onasis Torres Fernández
Rafael Rodríguez Rivero
Rolando Camacho Aguiar
Roberto Miguel Santana Capdesuñer
Rolando Columbié Patterson (condenado a 6 meses Prisión Domiciliaria y a 500 pesos MN de multa por supuesto hurto)
Rolando Cásares Soto (condenado a 5 años de prisión con internamiento por supuesto desacato y alteración del orden)
Yaritza Prado Rodríguez
María Teresa Castellanos Valido
Lázara León Cabrera
Félix Pérez Palenzuela
Armando Abascal Serrano
Yunior Puentes Beruvides
Nelson Acosta Ríos
Yendri Goyes Horta
Zenén Daniel Cruz
Félix Navarro Rodríguez
Idelmis González Cabrera
Ernesto López Matamoros
Vismaika amelo Jardinez
Marielena Matos Creach
Mercedes Hechavarría Guevara
Dailen Rojas Pérez
Maurilio Ruiz Vinent

Written by María Fernanda Muñóz

Periodista venezolana. ¿La mejor arma? Humanidad. Pasión se escribe con P de periodismo

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