El trabajar como sepulturero en Cuba es, quizás, diferente a otras partes del mundo, refiere el ancla de un trabajo audiovisual de Cubanet. En el que los protagonistas dejan en manifiesto el cómo son las condiciones de trabajo y el precario salario que reciben.
Desde el Cementerio municipal San Rafael, Juan Franco Zamora, cuenta que en sus manos tan solo se protege con unos guantes “semi desechables”, por lo que al tener contacto con las tablas del ataúd se le rompen por tanto “a veces no te duran”.
Zamora además agrega que es tan precario el régimen con estos trabajadores que tan solo les dan un jabón mensual para cumplir con el aseo. “Nos dan un aseo, aunque lo veo bastante corto porque el aseo es nada más para lavarse las manos. Te dan un jabón mensual, pero un jabón mensual no le alcanza a nadie porque si me lavo las manos y ¿con qué me baño? ¿Con el que compro en la tienda? Cuando tampoco los sueldos son los mejores”.
Con relación a la complejidad del trabajo, en cualquier otra rama de oficios, Juan Franco dice que “es un poco más peligroso porque ahí puede contraer cualquier tipo de enfermedad por los gases que uno pueda recibir sino aplicamos correctamente lo que está establecido en lo que son los guantes (…) eso es la seguridad para evitar una enfermedad mayor”.
El contrato que firman los obreros con la empresa que presta este trabajo asegura que esa profesión requiere de poco esfuerzo físico, por lo que asegura que no hace falta una alimentación debida, lo que aumenta así el riesgo de contraer alguna enfermedad.
A lo que Yudorquis Pedro Martínez, también sepulturero, desmiente esa versión y asegura que “sí se hace esfuerzo físico. Por ejemplo, cuando se hace la labor en tierra hay que preparar el hoyo, hay que organizar todo bien para que el entierro sea bien hecho”
Mientras que Pedro Torres Muñoz recordó que desde hace dos años que no les dan botas de gomas, que “aquí hacen falta son de gomas, no de cuero”.
