Tras 48 horas como prisionero, el régimen liberó al activista Ángel Moya, detenido el pasado viernes cuando regresaba a su hogar, de hacer diligencias, sin justificación alguna.
El opositor luego de salir en libertad, el domingo en la noche, declaró a Radio Martí que al ser arrestado lo llevaron hasta una estación policial de Aguilera, y después a otra en Alamar, donde compartió con otros presos “una celda colectiva, oscura, sin colchón, sin agua”.
“Nadie me comunicó la razón por la cual había sido detenido por parte de la Seguridad del Estado (…) pienso que lo están haciendo con el objetivo de ablandarme, cuestión que no van a conseguir”, aseguró Moya, quien estuvo preso en 2003 con un grupo de 75 políticos disidentes que tiempo después fueron dejados en libertad por un acuerdo entre el Gobierno y la Iglesia.
Moya normalmente es detenido los domingos para impedirle que participe en la campaña #TodosMarchamos la cual reclama la libertad de los presos políticos y la democracia en Cuba.
En casa protestas la Seguridad del Estado apresa a las Damas de Blanco que se dirigen a la iglesia a pedir por su país. Berta Soler, líder de este grupo femenino también quedó detenida el domingo y hoy lunes continuaba arrestada.
Redacción Cubanos Por el Mundo
